El consumo lo hacíamos tras dos copas, y aunque comenzamos consumiendo solo los sábados para no engancharnos, pronto no íbamos a ser nosotros los que decidíamos cuando consumir y cuando no. Mi cabeza pedía cada vez más, mi cuerpo necesitaba cocaína para despertarse… y aunque me provocaba náuseas de primeras, la sensación de satisfacción después de consumir era satisfactoria para todos los que consumíamos del grupo.
Empecé consumiendo por curiosidad cuando salía de fiesta con mis amigos, amigos por decir algo. Cada semana quedábamos para salir a la misma discoteca donde veíamos a la misma gente y teníamos la misma rutina: beber cubatas y si estaba “esa persona” pedirle un gramo por cabeza.
Testimonio de cocaína
El consumo lo hacíamos tras dos copas, y aunque comenzamos consumiendo solo los sábados para no engancharnos, pronto no íbamos a ser nosotros los que decidíamos cuando consumir y cuando no. Mi cabeza pedía cada vez más, mi cuerpo necesitaba cocaína para despertarse… y aunque me provocaba náuseas de primeras, la sensación de satisfacción después de consumir era satisfactoria para todos los que consumíamos del grupo.
Empecé consumiendo por curiosidad cuando salía de fiesta con mis amigos, amigos por decir algo. Cada semana quedábamos para salir a la misma discoteca donde veíamos a la misma gente y teníamos la misma rutina: beber cubatas y si estaba “esa persona” pedirle un gramo por cabeza.
Testimonio de cocaína
El consumo lo hacíamos tras dos copas, y aunque comenzamos consumiendo solo los sábados para no engancharnos, pronto no íbamos a ser nosotros los que decidíamos cuando consumir y cuando no. Mi cabeza pedía cada vez más, mi cuerpo necesitaba cocaína para despertarse… y aunque me provocaba náuseas de primeras, la sensación de satisfacción después de consumir era satisfactoria para todos los que consumíamos del grupo.