La cocaína, que también recibe nombres como talco, nieve, o coca, es producto de un proceso químico aplicado a la planta de la coca. Su consumo se practica desde hace muchos años, pero alcanzó su pico más importante a finales del siglo XX.
La cocaína sintética se popularizó debido a que a los efectos estimulantes causaban una sensación de satisfacción momentánea, lo que disparó su consumo recreativo.
Cabe destacar que, a pesar de eso, sus efectos tienen un impacto negativo no solo en la salud del consumidor, sino también en sus relaciones sociales, familiares y laborales.
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¿Qué es la cocaína?
La cocaína es una droga ilegal que se obtiene tras someter a diferentes procesos químicos la planta de coca (arbusto eritroxiláceo). Esta sustancia es tremendamente adictiva y causa un fuerte impacto sobre el cerebro generando estímulos placenteros que pierden su efecto con rapidez. Debido a la sensación que genera, el sistema se vuelve dependiente a la sustancia y es allí donde surge la adicción.
Una definición de cocaína más científica sería que la benzoilmetilecgonina, nombre del compuesto químico por la DCI (Denominación Común Internacional, es un alcaloide tropano cristalino. Se consume a través de inhalación, inyección por vena o insuflación. Tiene un efecto distorsionador sobre el cerebro capaz de estimular la pérdida de contacto con la realidad.
Si te preguntas a qué huele la cocaína, la mayoría estará de acuerdo con que tiene un aroma parecido al de la acetona. Pero por lo general el olor puede variar dependiendo del tipo o los procesos que se utilicen en su fabricación. Hay quienes afirman que la cocaína huele a tierra mojada.
Historia de la cocaína, ¿cómo nació?
¿Quieres saber cómo nació y quién inventó la cocaína? La hoja de coca es una planta oriunda de Sudamérica. Desde hace milenios se conocen sus propiedades alucinógenas y estimulantes debido a que su consumo era recurrente entre los pueblos indígenas prehispánicos.
Para llegar a lo que conocemos hoy como alcaloide cocaína, o simplemente coca, tuvieron que pasar muchos años. No fue sino hasta 1750 cuando los primeros arbustos de coca fueron trasladados de América del Sur a Europa. Pero quién inventó la cocaína moderna no lo conseguiría sino hasta mediados del siglo XIX. En el año 1855 Friedrich Gaedcke aisló el alcaloide de esta sustancia y lo llamó eritroxilina; y luego, en 1859, se descubrió su principio psicoactivo.
Renombrados médicos, psicólogos y terapeutas de la época usaron la cocaína medicinal como parte de sus tratamientos, entre ellos Sigmund Freud. Se recetaba para combatir los nervios y las adicciones al alcohol y otras sustancias psicotrópicas como la morfina o el opio.
Poco después, en el año 1890, se comenzó a consumir cocaína de forma recreativa en distintos círculos sociales sin que existiera el estigma de hoy en día. Eso se debió en gran parte a la carencia de información sobre sus efectos nocivos para la salud. A principios del siglo XX la cocaína era incluso uno de los componentes principales de varios productos, entre ellos la Coca-Cola.
No fue sino hasta los años 30 cuando comenzó, en Estados Unidos, la ilegalización de esta sustancia, lo que hizo que mermara su consumo. Para la década de los 60 ya volvía a popularizarse y así fue cómo llegó a convertirse en la famosa droga de los 80. Se consumía abiertamente en clubes nocturnos e incluso existía una relación estrecha entre el sexo y cocaína.
La cocaína en cifras
Dentro del Informe Mundial sobre Drogas emitido por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito 2019 (ONUDD) se explica que la producción de cocaína a nivel mundial ha aumentado considerablemente. Las cifras revelan que en la última década han pasado de fabricarse 1.317 toneladas en 2007 a 1.976 para el 2017.
Como reflejo de esto se destaca que, para el 2017, la cantidad de cocaína incautada aumentó en un 13% en comparación al año anterior, alcanzando un nivel histórico de 1.275 toneladas. Colombia es el país que más produce este narcótico, y es el responsable de la emisión del 70% de esta droga. Perú con un 20% y Bolivia con un 10% son los países que le siguen en la lista.
La mayor parte de este narcótico se vende en Estados Unidos y Europa, siendo el país norteamericano el que concentra la mayor cantidad de consumidores de coca del mundo con 18,1 millones de personas entre 15 y 64 años. Tanto en Europa como en España, la cocaína es la droga que más se consume, tras el cannabis.
Para el 2017 en Europa más de 2,3 millones de adultos jóvenes, con edades comprendidas entre 15 y 34 años, eran consumidores activos de esta droga. El incremento de las cifras en comparación con el 2016 se debe a la digitalización de la venta de cocaína. Entre todos los países de la Unión Europea (UE), España es el segundo mayor consumidor de cocaína sintética.
Después del cannabis, la coca es la droga más popular, sobre todo entre los jóvenes españoles, según el Informe sobre Drogas realizado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) a partir de los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en el transcurso del 2019.
Este informe también revela que la cocaína es la sustancia psicoactiva que causa más admisiones en centro de tratamientos de desintoxicación en el país, con un incremento de ingresos en los últimos años.
De las personas admitidas a tratamiento a causa del consumo de cocaína, un 86% eran hombres. Las características que ofrecen los datos revelan que la edad media del primer consumo ronda los 21 años, sin embargo, el primer ingreso a tratamiento se establece sobre los 35 años.
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No es lo mismo cocaína que coca
Contrario a lo que muchos puedan pensar, la coca y la cocaína son muy diferentes. En principio, hay que aclarar que cuando hablamos de coca hacemos referencia a la hoja de coca. Al ser un producto natural, sus efectos sobre la salud serán menos negativos que los ocasionados por una droga sintética como la cocaína, que involucra varios tratamientos químicos en su elaboración.
Gracias a la acción de otras sustancias naturales presentes en la hoja de la coca, el alcaloide de cocaína no está muy presente en la planta. De hecho, por cada hoja solo hay un 0,05% de cocaína en ella. En cambio, una bolsa de cocaína que vendan en la calle, si es lo suficientemente pura, puede tener una concentración de hasta el 60% de esa sustancia psicotrópica.
Por eso es que al inhalar, fumar o inyectar la cocaína el torrente sanguíneo recibe un fuerte impacto de sustancias químicas poco saludables. Pueden causar un placer momentáneo, pero esa sensación pasará rápido y es cuando querrás más. Justo en ese momento se crea la adicción.
Otra diferencia radica en las propiedades medicinales de la coca. Los indígenas y campesinos que la consumen reciben energía baja en grasas, antioxidantes, vitaminas del complejo B y otros beneficios. Todos esos componentes se pierden en la fabricación de la cocaína.
Cabe destacar que el consumo excesivo de la hoja de coca también puede resultar contraproducente. Algunos de sus efectos negativos son piel amarillenta, problemas digestivos y nerviosos, e incluso desmejoramiento de la dentadura en aquellos que la mastican.
La principal diferencia entre la planta y la sustancia química es la percepción social. Mientras el consumo de una está bien visto por diferentes culturas, e incluso avalado por estudios científicos; la otra carga con el estigma de todas las drogas. Debido a los estragos que ha causado la cocaína sintética, la reputación de la hoja de coca se ha visto afectada.
¿Cómo se hace la cocaína?
La fórmula química de la cocaína les ha permitido a organizaciones narcotraficantes de todo el mundo, unas más pequeñas que otras, poder fabricar esta sustancia y crear una industria que está valorada en miles de millones de euros. Si te preguntas cómo han hecho para transformar las bondades de una planta venerada por antiguos pueblos indígenas en un producto que ha acabado de una u otra forma con la vida de millones de personas, aquí te lo explicamos.
Lo primero que hay que entender sobre el proceso de creación de la cocaína es que se desarrolla en entornos sociales delicados. La mayor parte de quienes optan por cocinar cocaína son personas bajo la opresión de organizaciones delictivas internacionales que no los retribuyen ni con el 0.0001% de lo que este mercado genera en ganancias.
En Colombia, por ejemplo, existen cocaleros o agricultores que realizan esta actividad con el fin de lucrarse o pertenecer a redes de narcotráfico; pero también hay otros que se ven obligados a hacerlo para subsistir. Existe un tercer grupo que ha cobrado notoriedad en los últimos años que viven en zonas rurales donde no tienen acceso a empleos bien remunerados y fabrican ellos mismos la cocaína para la venta local.
También hay que entender que con el fin de cocinar cocaína las organizaciones más grandes disponen de varios campos. Hay algunos cerca del Pacífico donde se realizan los primeros pasos, pero luego la mezcla se mueve a otras zonas de Colombia para evitar la contaminación del producto por oxidación. Dependiendo de la disponibilidad de materia prima, la composición química de la cocaína también puede variar de una zona a otra.
Según los datos ofrecidos por el Informe Mundial sobre Drogas del 2019, la fabricación de cocaína contempla una tendencia ascendente desde 2013, siendo Colombia el principal país de cultivo, seguido por Perú.
A continuación revelamos el paso a paso de la fabricación de cocaína con un fin ilustrativo. El proceso que se describe a continuación es el usado por la organización colombiana Proyecto Coca, la cual visita plantaciones y laboratorios de cocaína de este tipo.
- Paso 1: Este primer paso consiste en raspar o arrancar las hojas de coca del arbusto. Esta labor suele ser realizada a mano por los campesinos, también conocidos como raspachines. No existe ninguna distinción entre las hojas, este primer paso es bastante básico. Cabe destacar que se necesitan grandes cantidades de esta materia prima para poder elaborar la pasta necesaria que se cocinará y convertirá en cocaína.
- Paso 2: Tras la recolección, se llevan las hojas de coca a los laboratorios para comenzar el proceso de picado. Consiste en triturar la planta con una guadaña, la cual es una especie de hoz que se usa mucho en sectores agrícolas. Los laboratorios pertenecientes a organizaciones delictivas realizan este proceso de triturado con un molino.
- Paso 3: La mezcla resultante del proceso de triturado se deja reposar. Cuando pasa cierto tiempo se le espolvorea cal o cemento. Estos ingredientes contribuyen a liberar los alcaloides de la hoja para sustraer de forma más efectiva la cocaína pura que es el componente psicotrópico de la planta. En este proceso también le suman sal y agua a la mezcla.
- Paso 4: Pasar la mezcla a un contenedor donde le agregan un ácido y lo pisan para asegurarse de que todas las sustancias se liberen. Cuando queda bien mezclado se deja reposar otro rato para dar comienzo con la etapa final de fabricación.
- Paso 5: Se le hecha gasolina para crear una especie de engrudo. Cuando la mezcla se va endureciendo se le agrega más gasolina para conseguir la apariencia pastosa que se requiere. Todo esto debe realizarse mientras se mueve el contenido constantemente. En este paso también se agrega permanganato de sodio, ácido sulfúrico y amoniaco.
- Paso 6: El último paso para hacer cocaína consiste en agregarle soda cáustica y bicarbonato de sodio a la espesa mezcla para que adopte el característico color blanco. Tras lograrlo, se empaqueta y se transporta para la venta ilegal.
Cabe destacar que en muchos casos se integran otros elementos que sustituyen los anteriormente mencionados con el fin de hacer rendir al productor y generar mayores ganancias económicas. Sin importar el caso o el nivel de pureza de la cocaína, es igual de dañina para el cuerpo.
Efectos de la cocaína
Al igual que cualquier sustancia química que entre en contacto con nuestro organismo, la cocaína es capaz de causar efectos contraproducentes en nosotros. Estos efectos se extienden desde la salud física, hasta emocional, e incluso impacta el comportamiento de las personas que consumen este tipo de sustancias.
Para nadie es un secreto que hay efectos y daños de la cocaína en el organismo; pero a pesar de eso todavía hay millones de víctimas en el mundo que sufren adicción a esta droga. Eso se debe a los efectos recreativos que ofrece su consumo de forma momentánea, pero después de la satisfacción aparecen las reacciones de tu cuerpo que te indican que algo no va bien.
Si estás considerando probar esta droga y quieres saber qué efectos produce la cocaína en el organismo, te recomendamos que sigas leyendo. Lo más seguro es que desistas de la idea de consumir coca para evitar hacerle daños que pueden ser irreparables a tu cuerpo.
A continuación te explicamos los efectos físicos, emocionales y sociales que la cocaína causa a corto y largo plazo.
A corto plazo
Dependiendo de la forma en la que administre la sustancia, los efectos que causa pueden variar en intensidad y prolongación. Por ejemplo, quienes inhalan cocaína pueden recibir la sensación de euforia después de un rato, pero los efectos se pueden prolongar por hasta 30 minutos. Por otro lado si se fuma la cocaína o se inyecta, se recibe la sensación de euforia de inmediato, pero el efecto pasa con mayor rapidez.
Independientemente de que la forma en la que se administre, los primeros efectos son un golpe de energía, también se pueden presentar la pérdida del apetito y del sueño. Los efectos físicos incluyen la dilatación de las pupilas, contracción de los vasos sanguíneos, y aumentos en el ritmo cardiaco, temperatura y presión arterial.
La conducta también se modifica de forma inmediata luego de ingerir cocaína. Los afectados se pueden poner más violentos, eufóricos, e incluso erráticos. Después de que se pasen los efectos, llega la sensación de desasosiego y ansiedad. Esto puede ocasionar que la persona pierda contacto con sus círculos sociales y desarrolle una fuerte dependencia hacia la droga.
El consumo puede ser peligroso para personas con problemas cardíacos o nerviosos, incluso en pequeñas dosis. Los riesgos de muerte súbita aumentan si se combina cocaína y alcohol. La reacción de ambas sustancias puede crear un colapso en el sistema cardíaco o nervioso de la persona, ocasionando infartos o convulsiones.
A largo plazo
Al ser una droga altamente adictiva, es poco probable que quien pruebe cocaína una vez pueda dejarla. Incluso si lo logra, los niveles bajos de dopamina en el cerebro le harán sentir la necesidad de otra dosis para poder conseguir la misma sensación de euforia. Si se consume cocaína de forma repetitiva, el consumidor desarrolla tolerancia, por lo que necesitará de dosis más grandes para conseguir ese estímulo momentáneo.
Mientras más se consuma cocaína, peores pueden ser los efectos físicos, psicológicos y sociales. Por ejemplo, se puede padecer de convulsiones, ansiedad, irritabilidad y paranoia. En casos graves esta droga puede desencadenar psicosis y alucinaciones.
Las reacciones fisiológicas adversas de consumir cocaína a largo plazo varían dependiendo de la forma en la que se administre la sustancia. Si es vía inhalación, la persona puede sufrir de sangrado nasal, pérdida del olfato, problemas al tragar, etc. Si ingiere la droga, puede causar una gangrena intestinal debido a que la sustancia disminuye el flujo sanguíneo.
Quienes se la inyecten sufrirán de marcas en los trayectos intravenosos, como por ejemplo el antebrazo. Estas heridas se pueden infectar y causar serios problemas a la salud. Este método también deja expuesto a alergias a los adictos a la cocaína. Por último vale mencionar que en cualquiera que sea la forma en la que se consuma, siempre se correrá el riesgo de malnutrición porque se suele perder el apetito.
Otro efecto, pero esta vez más social y psicológico, del consumo de cocaína a largo plazo es la retracción social. Debido a los notables cambios en la apariencia y en la conducta de los adictos, muchos de ellos optan por retraerse de sus círculos de amigos y familiares.
Esto hace que la dependencia a la droga sea mayor porque el individuo se encuentra a solas con sus pensamientos e impulsos. Este efecto también dificulta poder pedir ayuda, por lo que se corre el riesgo fatal de sufrir sobredosis sin recibir la correcta intervención.
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¿Cuánto dura la cocaína en el cuerpo?
La principal preocupación de los adictos a la cocaína es aparecer “limpios” en los exámenes toxicológicos que pueden realizarse sin previo aviso en su lugar de trabajo o por sus familiares. Las sustancias químicas como la cocaína dejan rastros en el organismo por un tiempo determinado luego del último consumo.
La metabolización de la cocaína variará dependiendo de diferentes factores. Como es obvio, los restos de este químico en el organismo perdurarán más tiempo si la cantidad consumida es mayor. Otros factores como el nivel de grasa corporal de la persona también incide en este proceso. A mayor grasa, más tiempo necesitarás para metabolizar los químicos.
Dependiendo del método de consumo, también los periodos de tiempo para que no aparezca reflejado en una prueba el consumo de cocaína puede variar. Lo mismo ocurre si mezclas la coca con otras sustancias como el alcohol; tu cuerpo tardará más en metabolizarlos.
Por ejemplo, en los exámenes de cabello (los menos frecuentes realizados en pruebas toxicológicas) reflejan el consumo de drogas legales e ilegales hasta años después de la última ingesta. Las uñas también son otro medio por el cual se puede detectar el consumo de cocaína.
Estos exámenes suelen ser realizados por laboratorios especializados o centros de tratamientos. Conoce a continuación cuánto tiempo está la cocaína en la sangre, orina y saliva.
En sangre
Un análisis de cocaína en sangre es de los más comunes realizados por las empresas a sus trabajadores. Si te preguntas cuánto dura la cocaína en sangre, debes saber que sus efectos pueden permanecer hasta por al menos dos días; incluso si la persona ha utilizado bebidas détox u otros métodos para depurar su sistema de sustancias químicas legales o ilegales.
En la orina
Los exámenes de orina también son muy comunes para detectar si una persona ha consumido drogas; de hecho existen pruebas caseras que funcionan muy bien. En la orina se puede detectar la benzoilecgonina, compuesto de la cocaína, en un periodo de hasta 4 días; todo dependiendo de la cantidad que la persona haya ingerido.
En la saliva
Si te preguntas cuánto tiempo dura la cocaína en la saliva, la respuesta es hasta un máximo de 48 horas. Al igual que en el caso de la cocaína en orina, para detectar esta droga en el organismo a través de la saliva también existen métodos para el hogar. Estas herramientas son útiles para familias que tratan de combatir la adicción de algún miembro.
Los riesgos de fumar cocaína
Consumir sustancias químicas siempre traerá consigo un riesgo considerable para la persona. No importa el método que se use para administrar en este caso la cocaína, nunca se estará a salvo de complicaciones. Cuando se trata de drogas psicotrópicas, los riesgos aumentan debido a lo adictiva que son todas ellas. Recuerda que cualquier cosa en exceso no hace bien, y mucho menos si es una sustancia nociva.
El principal riesgo radica en los problemas físicos, psicológicos y emocionales que puedes contraer por solo consumir cocaína. Entre lo más comunes se encuentra el desmejoramiento de la apariencia física a causa de la pérdida de peso, los problemas de la piel y las infecciones internas que puedes desarrollar.
Un consumo continuo puede aumentar el riesgo de perder el sentido de la realidad y experimentar episodios psicóticos con alucinaciones. Este tipo de drogas también contribuyen al desarrollo de la depresión y ansiedad, lo que pueden llevar a una conducta autodestructiva en mediano o largo plazo.
El riesgo más peligroso podría ser el de sufrir una sobredosis que puede desencadenar desde daños neuronales hasta la muerte. La cocaína pone en riesgo también a tercero, por ejemplo en el caso de mujeres embarazadas o núcleos familiares con presencia de un miembro adicto con tendencias violentas.
¿Qué hacer cuando hay una sobredosis?
La cocaína no solo causa daños irreparables en el cerebro y otros órganos importantes, sino que también puede causar la muerte.
Si conoces a alguien con problemas de adicción a la cocaína, te convendrá saber qué hacer cuando suceda una sobredosis; un escenario bastante probable.
Aquí te explicamos.
- Contacta al servicio de emergencias cuanto antes y procede a comprobar el estado de la persona que acaba de sufrir la sobredosis. Lo más importante es constatar que aún respira.
- Si la víctima respira, procede a colocarla en posición lateral para evitar que se pueda ahogar en su propio vómito. Haz chequeos constantes hasta que llegue la ayuda profesional.
- En caso de que no respire, utiliza las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
- Remueve la ropa que parezca apretar y procede a cubrir al afectado con una manta para evitar la hipotermia.
- Evita mover a la víctima o darle de comer y beber. Lo mejor es que, si se reanima, esperes pacientemente la ayuda profesional.
- Si se recupera de la sobredosis, llévalo a un centro de desintoxicación para ayudar a la persona a combatir su adicción.
Cómo dejar la cocaína
Cuando una persona quiere dejar de ser narcodependiente se abre ante ella un camino difícil que si logra completar estará repleto de satisfacción. Para dejar la cocaína el método más eficaz es a través de asistencia médica y terapéutica.
En centros como las clínicas CITA otorgamos las herramientas necesarias para afrontar la adicción, los síntomas de abstinencia, y lograr vivir una vida lejos de la cocaína.
En más de 40 años de experiencia, acompañados con las terapias aplicadas por médicos y psicólogos, hemos sido capaces de ayudar a muchas personas a combatir sus adicciones.
Consejos para dejar la cocaína
Existen personas que por sí mismas o con el apoyo de su núcleo familiar y social consiguen la fuerza de voluntad necesaria para ponerle el freno a la cocaína. Para ellos, les tenemos algunos consejos.
- Identifica los hábitos que te hicieron probar la cocaína en un principio y trabaja para cambiarlos.
- Mantente ocupado, comienza a prácticas nuevas actividades que siempre te han interesado y nunca antes te habías animado a probar.
- Busca la ayuda de grupo de apoyos que hayan pasado por problemas de adicción similares. Apadrínate de alguien que te guíe en tu proceso de recuperación.
- Contrata ayuda psicológica, será muy útil en tu transición porque te enseñará cómo lidiar con las emociones y situaciones que te tocará enfrentar.
- Trata de llevar una vida organizada para minimizar los factores externos que puedan causarte estrés. Crea listas, presupuestos, planes de acción…
- Deja la cocaína es posible, lo más importante es no rendirse, así que no lo hagas.
- Planea mecanismos de defensa o acciones a realizar en caso de que te veas tentado a recaer.
- Rodéate de personas positivas que te apoyen en cada paso.
Estos son los efectos del síndrome de abstinencia
El síndrome de abstinencia de la cocaína es uno de los más difíciles de superar porque sus efectos sobre el organismo son muy fuertes. Eso se debe a que tu organismo está reaccionando a la falta de un estímulo al que se ha acostumbrado. Algunos efectos son:
Fisiológicos: dolores musculares, sudoración excesiva, hambre descontrolada, sensación de frío, náuseas, mareos, letargos, cólicos. También dificultad para dormir, pesadillas recurrentes. Usualmente se presentan respuestas físicas como rechinar los dientes, hormigueo en los pies o congestión nasal.
Psicológicos: ansiedad intensa, paranoia, alucinaciones, irritabilidad, problemas para expresarse o articular palabras y depresión.
Comportamiento y estado de ánimo: automutilación, agitación, irritabilidad, llanto excesivo. Nerviosismo, hiperactividad, pérdida de placer o intereses en realizar actividades cotidianas.
¿Necesitas ayuda para superar tu adicción? En Clínicas CITA contamos con más de treinta años de experiencia en el tratamiento de adicciones como a la cocaína. Nos distinguimos por llevar a cabo tratamientos individualizados para cada uno de nuestros pacientes en centros de desintoxicación completamente adaptados a las necesidades requeridas.
Si un miembro de tu entorno cercano sufre una adicción a esta sustancia pero no lo reconoce, contamos también con intervencionistas especializados que harán el camino mucho más fácil tanto para ti como para la persona adicta.
Autor: Comunicación Clínicas CITA