En la sección ‘La contra’ del diario La Vanguardia, Víctor Amela ha entrevistado a Raúl Eguía, un biólogo molecular español, que confiesa un pasado de adicción al sexo y de cómo consiguió sanar esta adicción.
Un caso de adicción al sexo
Seleccionamos algunos fragmentos relevantes de su testimonio, un ejemplo adicción al sexo:
‘Desde los cinco años tuve acceso a la pornografía. Hoy los niños acceden a la pornografía en España con diez años de media.’
‘Cuando uno es tan pequeño, el impacto es tan grande que te cambia la mirada hacia el otro, lo ves como alguien de quien obtener un servicio y un placer. Así, uno empieza a transitar un camino muy difícil y adictivo por el que transita mucha gente’
‘El 52% de los divorcios en EE.UU. es causado porque uno de los miembros de la pareja es adicto a la pornografía, normalmente el hombre. Y bueno, uno tiene experiencias sexuales muy temprano y muy perversas.’
‘Piensas que la pornografía es inocua y quedas atrapado. La ciencia hoy reconoce la adicción sexual como una de las peores. En mi caso, de cara afuera todo iba bien, una carrera brillante, pero era presa de un gran sufrimiento.’
‘Era un esclavo, no podía controlarme y cada vez necesitaba cosas más fuertes. Hasta que llegué a plantearme seriamente el suicidio.’
‘Estaba casado, pero era mi secreto. Vivía en la mentira.’
‘A mí me sanó el amor de Dios. Yo era un ateo combativo, sentía un odio visceral contra las religiones y contra la vida (…) Las adicciones crean una ansiedad fortísima y yo estaba en plena crisis. Una noche, al borde del suicidio, le grité a Dios: ‘¡Si existes, sácame de aquí ahora!’. Me rendí y quedé limpio de la adicción de la noche a la mañana.’
‘Se lo expliqué todo a mí mujer. Me perdonó. Luego vinieron los remordimientos de todo el mal que había hecho, y entonces experimenté el amor de Dios, fue como si me quitaran una losa.’
‘Ahora acompaño a familias y personas con adicciones y depresiones. Así empecé a ver milagro tras milagro. Personas que experimentan el amor de Dios y sanan de raíz como ocurre en el Evangelio de Mateo, 8, cuando un leproso se le acerca a Jesús y le dice ‘Si quieres puedes limpiarme’. Lo mismo que me ocurrió a mí, pero en Nueva York en el siglo XXI.’
‘Sucede una y otra vez, esa es mi experiencia, ese amor que te cambia la vida cuando te rindes. Dios responde siempre. Si yo hubiera escuchado mi historia hace unos años me habría reído. ¿Sabe cuál es el problema? Dios acude siempre y te toca, pero la gente no nos dejamos tocar porque tenemos problemas de rencor, de perdón. Has de rendirte. El corazón es una puerta que se abre desde dentro. Todo se resume en que todos necesitamos ser amados, reconocidos, y cuando eso no se da la gente sufre una y otra vez. La experiencia de Dios es dejarse amar por Él, así de sencillo.’
‘Tenemos una coraza tan enorme que impedimos que nos amen gratuitamente, y eso es lo que hace Jesús, viene y te toca, es una experiencia tangible; y tú no tienes que hacer nada, sólo dejarte amar, sentir que alguien te escucha.’
About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
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Autor: Comunicación Clínicas CITA