La cocaína se elabora mediante el refinado de las hojas de coca, arbusto cultivado en Sudamérica.
Si bien es cierto que en algún momento se intentó usar como anestésico local e incluso como tónico, pronto se descubrió que era adictiva. Se trata simplemente de un alcaloide estimulante cerebral extremadamente potente, con unos efectos muy similares a las anfetaminas. Además, es un potente vasoconstrictor y anestésico local y, cuando se aspira o esnifa, se absorbe por las mucosas nasales y a través de sus vasos sanguíneos llega al cerebro casi en segundos. Se metaboliza a través del hígado y se elimina por la orina.
Su potencial adictivo es muy alto en cualquiera de las presentaciones para el consumo, pero fumada en forma de base libre o crack, o inyectada, lo es mucho más. Además de los graves efectos secundarios, tanto físicos como psicológicos, a diferencia de otras drogas como el alcohol o el tabaco, el consumidor no presenta síntomas de saturación.
CONTACTAR CON CLÍNICAS CITA AHORA
El adicto, si tiene acceso, puede estar suministrándose dos continuamente que pueden provocarle la muerte por agotamiento, ataque al corazón o infarto cerebral. Su alto nivel de tolerancia puede llevar a desarrollar una intensa dependencia tanto física como psicológica. De ahí que el síndrome de dependencia sea muy grave cando se deja de consumir.
Como efectos físicos más concretos cabe destacar el insomnio y la anorexia. Igualmente aumenta el pulso, la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca y respiratoria. Produce taquicardias, tos crónica, dilatación de pupilas, sangrado nasal, elevación de la tensión arterial, sudores y escalofríos, nauseas, vómitos y ojos vidriosos.
Como efectos psicológicos, produce sensación de euforia, exagerada seguridad en uno mismo, y un estado de alerta seguido de un estado depresivo. Los cambios en el estado de ánimo van desde actitudes agresivas y temerarias a estados de euforia y grandiosidad. En altas dosis y en consumo crónico, aparecen con frecuencia sentimientos paranoicos y deterioro en el proceso de pensamiento.
Hay unos mitos en torno a la cocaína en el sentido de que se cree que aumenta la potencia sexual y que aporta una mayor claridad mental y un mayor rendimiento intelectual, académico y deportivo. Sin embargo, la realidad es totalmente distinta. El consumidor de cocaína termina perdiendo el interés sexual y llegando a la impotencia. Además, se vuelve muy inseguro, tiene un deterioro lento de su capacidad de aprendizaje y va perdiendo la capacidad del pensamiento lógico y la coherencia.
Al aumentar el exceso los niveles de adrenalina y dopamina y reducir el riego sanguíneo por los efectos vasoconstrictores, suelen producirse en consumidores habituales lesiones cardíacas severas. A ésta se unen lesiones perforantes en el tejido nasal, rinitis, sangrado y sinusitis secundarias al aspirado nasal. Y, si en lugar de aspirar se fuma, aparecen pronto los daños pulmonares y bronquiales, como edemas y bronquitis crónica.
About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
Autor: Comunicación Clínicas CITA