Tratamiento de la depresión mayor con Ketamina
La depresión mayor, o depresión crónica, es un estado mental del que es muy difícil salir sin ayuda profesional y un buen tratamiento.
¿Qué es la Depresión Mayor Resistente al Tratamiento?
La depresión mayor es una condición médica caracterizada principalmente por un estado de tristeza, sentimientos de vacío o abatimiento y una pérdida de interés por las actividades cotidianas. El desarrollo de la depresión mayor es variable en cuanto a la gravedad de los síntomas, la recurrencia de los episodios depresivos y la duración de los periodos de remisión sintomática. Sin embargo, para que se considere depresión mayor, los síntomas han de causar un deterioro social y ocupacional significativo durante un mínimo de dos semanas.
Más de la mitad de las personas que padecen depresión no remiten el diagnóstico después del primer tratamiento y una tercera parte tampoco lo consigue tras pasar por múltiples tratamientos. Cuando una persona no responde adecuadamente a dos ciclos de tratamiento con diferentes fármacos puede presentar lo que se conoce como depresión mayor resistente al tratamiento.


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¿Qué tratamientos existen para la Depresión Mayor Resistente al Tratamiento?
Las opciones que se barajan en la práctica clínica para tratar a las personas que padecen depresión mayor resistente al tratamiento incluyen el aumento de la dosis de la medicación habitual, el cambio a un fármaco diferente o la combinación de farmacoterapia con un tratamiento psicológico adecuado.
Las personas con una depresión altamente resistente pueden optar por técnicas como la terapia electroconvulsiva, la estimulación magnética transcraneal repetitiva o la estimulación magnética profunda. Sin embargo, estos procedimientos suponen algunas limitaciones logísticas que dificultan la terapia a largo plazo y el tratamiento de la depresión mayor.
Desde hace algunos años, los estudios realizados con ketamina han mostrado una eficacia rápida y robusta en el tratamiento de la depresión mayor resistente al tratamiento, considerándose como el mayor avance farmacológico de los últimos 50 años. Y convirtiendo el tratamiento de la depresión mayor con ketamina, en uno de los más efectivos.
¿La ketamina es segura para tratar la depresión mayor o severa?
La ketamina se ha empleado como anestésico en la práctica hospitalaria a lo largo de 50 años, demostrando un nivel de seguridad como han conseguido pocos fármacos. El hecho de que no altere el sistema respiratorio, ni la capacidad de deglución y que sólo produzca una leve estimulación del sistema cardiovascular, ha hecho que se emplee frecuentemente en niños con enfermedades cardiacas congénitas. Sin embargo, no es recomendable su uso en personas que padezcan problemas graves de hipertensión.
A pesar de su elevada seguridad, la ketamina puede evocar unos efectos psicoactivos poderosos cuando se administra a dosis anestésicas, provocando un estado transitorio de modificación de la conciencia. Esta es la razón principal por la cual no se ha hecho un uso indiscriminado en la práctica hospitalaria. No obstante, los efectos psicoactivos son mínimos con las dosis empleadas habitualmente en el tratamiento de la depresión resistente.
Sin embargo, dado que esta modificación del estado de conciencia puede resultar atractiva para algunas personas, el uso recreativo de la ketamina se ha extendido a nivel internacional durante la última década. Este tipo de consumo ha llegado a generar, en casos excepcionales, patrones de abuso diario que han sido interpretados como una respuesta de dependencia a esta sustancia. Sin embargo, no existe evidencia científica clara de que la ketamina produzca una dependencia psicofisiológica, ni un síndrome de abstinencia cuando se retira. En cualquier caso, la pauta de administración de ketamina que se emplea en el tratamiento de la depresión evita cualquier riesgo de abuso y dependencia.


¿Qué diferencias existen entre el tratamiento con ketamina y otros medicamentos antidepresivos?
Existen tres diferencias relevantes entre la ketamina y los antidepresivos clásicos en el tratamiento de la depresión resistente.
La diferencia más importante es la eficacia. La evidencia científica muestra que en aquellas personas que no experimentan un alivio sintomático después de pasar por dos ciclos diferentes de antidepresivos, casi la mitad de estos pacientes pueden mejorar significativamente tras una única administración de ketamina. Haciendo el tratamiento con ketamina uno de los más efectivos para la depresión mayor o crónica.
Otra diferencia relevante es la rapidez con la que la ketamina ejerce su efecto antidepresivo. Mientras que los fármacos convencionales tardan entre dos y seis semanas en hacer efecto, un estudio de meta-análisis ha mostrado que el 36% de 561 pacientes mejoró significativamente antes de las 24 horas, el 41% a las 24 horas y el 48% entre los 2 y los 7 días después de una única perfusión de ketamina. Esto es un factor clave especialmente en aquellas personas que padecen riesgo de suicidio, ya que la rapidez para diluir pensamientos suicidas puede evitar acontecimientos fatales.
Por último, mientras que los medicamentos antidepresivos pueden generar efectos secundarios en algunas personas, como problemas gastrointestinales o la disminución del deseo sexual, la administración de ketamina no produce efectos secundarios. Excepcionalmente, se han reportado casos de cistitis ulcerosa en consumidores recreativos que han abusado de esta sustancia o que la han consumido a diario para el alivio del dolor crónico. Sin embargo, a día de hoy, no existe ningún caso clínico que haya padecido este tipo de problema con las pautas de administración empleadas en el tratamiento de la depresión resistente.
¿Qué efectos psicológicos pueden sentirse durante una perfusión de ketamina?
A pesar de que las dosis de ketamina que se emplean en el tratamiento de la depresión son muy bajas, algunas personas pueden experimentar sensaciones que no habían sentido antes. Las sensaciones más comunes pueden ser: mareo, distorsiones en la sensación del propio cuerpo (como una ligera sensación de flotabilidad) o distorsiones en la percepción visual de estímulos externos. Otras personas pueden conectar con aspectos significativos de su proceso terapéutico. A pesar de que la intensidad de estas sensaciones suele ser relativamente baja, pueden ser experimentadas de forma positiva o negativa dependiendo de cada persona.


Sin embargo, el material psicológico que podría emerger durante los efectos agudos puede ser relevante desde un aspecto psicoterapéutico. Por esta razón, no se considera que estos efectos psicológicos deban evitarse, si no todo lo contrario. Con el fin de promover un estado de introspección que favorezca la conexión con el proceso terapéutico, el paciente se recostará en un cómodo sillón, pudiendo hacer uso de un antifaz y de unos cascos por los que podrá escuchar una música tranquila escogida especialmente para este fin.
El paciente permanecerá monitorizado y bajo observación médica durante los 40 minutos que dure la administración de ketamina, con el fin de interrumpir el tratamiento si el paciente lo desea. Es posible que sea necesario un periodo de descanso posterior hasta que la persona esté en perfectas condiciones para abandonar la clínica. El tiempo estimado para realizar el tratamiento completo no suele exceder la hora y media, tratándose siempre de un régimen ambulatorio.
¿Cuánto duran los efectos antidepresivos de la ketamina?
En la mayoría de pacientes, la ketamina produce una respuesta antidepresiva rápida y robusta, aunque transitoria. Sin embargo, la prolongación de los efectos antidepresivos es muy variable dependiendo de cada persona. Los estudios clínicos muestran que los efectos antidepresivos pueden mantenerse entre una semana y tres meses después de la administración de una única perfusión. No obstante, también se conoce que el efecto antidepresivo de la ketamina es acumulativo, por lo que se recomienda seguir una pauta de dosis repetidas. De esta forma, los efectos antidepresivos han llegado a mantenerse durante más de 15 meses tras la última perfusión.
No obstante, la prolongación de los efectos antidepresivos también podría depender del rol que tome el paciente con respecto a su proceso terapéutico. La ketamina puede facilitar el aprendizaje de técnicas cognitivas y conductuales enfocadas en la regulación de los síntomas, por lo que se recomienda especialmente el acompañamiento psicoterapéutico durante el periodo de administración del fármaco. De esta forma, la intervención farmacológica junto a la psicoterapéutica, puede tener un efecto catalizador que maximice y prolongue los beneficios del tratamiento.
¿En qué consiste la terapia con ketamina para la Depresión Mayor?
La pauta de administración de ketamina consensuada por la comunidad científica consiste en dos o tres perfusiones a lo largo de dos o tres semanas (un total de seis perfusiones). Siguiendo esta pauta, la seguridad, la tolerabilidad y la ausencia de dependencia han sido ampliamente demostradas.
A pesar de que continuamos sin saber el mecanismo exacto a partir del cual la ketamina produce sus efectos antidepresivos, se considera que la activación de ciertas proteínas cerebrales (como el BDNF y mTOR) podrían potenciar la neuroplasticidad. Esto indica que la ketamina estaría abriendo una ventana temporal en la que los pacientes podrían experimentar
una mayor flexibilidad psicológica. Este nuevo estado mental puede facilitar el compromiso con una intervención psicoterapéutica y el aprendizaje de nuevas estrategias para regular su estado de ánimo. Por tanto, es altamente recomendable que los pacientes se involucren en un tratamiento psicoterapéutico durante el tratamiento farmacológico, ya sea con su psicoterapeuta habitual o con el modelo de intervención que consideren más adecuado.
A continuación, se describen los componentes del tratamiento que consideramos relevantes a la hora de promover la recuperación integral del paciente desde un enfoque neurológico, psicológico y social.
- Administración endovenosa de seis perfusiones de ketamina (dos perfusiones por semana a lo largo de tres semanas). Aquellas personas que vivan fuera de Barcelona pueden tener acceso hasta un máximo de cinco perfusiones en una semana, con el fin de evitar las complicaciones logísticas que les suponga el desplazamiento.
- Acompañamiento psicoterapéutico individual basado en el modelo de aceptación y compromiso y enfocado en el desarrollo de la auto-compasión. Este modelo pone énfasis en la creación de un cambio sostenible en los patrones conductuales del paciente, ofreciendo una aproximación terapéutica novedosa que está mostrando resultados empíricos prometedores. Este tipo de acompañamiento consiste en seis sesiones semanales de 50 minutos que pueden llevarse a cabo de forma virtual o presencial.
- Sesiones grupales de mindfulness bastado en terapia cognitiva (MBTC). Estas sesiones han sido especialmente diseñadas para reducir el ratio de recaídas en personas que sufren episodios recurrentes de depresión, considerándose el tratamiento psicoterapéutico más efectivo hasta la fecha. Además, este tipo de sesiones facilita el apoyo comunitario entre iguales. El programa de mindfulness consiste en ocho sesiones semanales de dos horas y media que pueden llevarse a cabo de forma virtual o presencial.
Los pacientes podrán acceder a cualquiera de los componentes de este tratamiento en función de su disposición y sus necesidades.
¿Qué pasos debo dar para acceder a este tipo de tratamiento para depresión mayor?
Dada la crítica situación que ha dejado la pandemia del Covid-19, la Fundación BeckleyMed y CITA han unido esfuerzos para proveer este tratamiento a las personas que están sufriendo una depresión resistente al tratamiento y no han encontrado una alternativa que les ayude a restablecer su bienestar. Actualmente, estamos realizando los pasos adecuados para ofrecer este tratamiento lo antes posible. Sin embargo, dado el interés y la demanda por acceder a este tipo de tratamiento, hemos abierto un periodo de evaluación y de información detallada que facilitará atender a los pacientes por orden de solicitud.
Si estás interesado en acceder a este tratamiento, puedes llamar por teléfono o dejar tus datos de contacto en el siguiente enlace. A continuación, te darán una cita para realizar una sesión clínica por video-conferencia. Durante esta sesión, se realizará una entrevista diagnóstica y se aclararán todas las dudas que puedan
surgir con respecto al proceso de tratamiento. Después de esta sesión clínica podrás conocer si se trata de un tratamiento potencialmente eficaz para ti y, en caso de que así sea, se te otorgará prioridad para acceder a él en relación a los pacientes que lleguen posteriormente.
Por favor, ten en cuenta de que en ningún caso, debes dejar de tomar tu medicación habitual durante este proceso.