Volvemos a tratar sobre drogas, en este caso sobre el abuso de los Alucinógenos. Hablaremos de tipos y consecuencia del consumo abusivo de estas sustancias y como podemos tratarlas para dejar las drogas.
Los Hongos Alucinógenos
Los hongos alucinógenos probablemente son los alucinógenos más consumidos después del LSD.
Los hongos generalmente pertenecen a varios géneros. Aunque mucha gente cree que la psilocibina es el componente activo, probablemente no sea así. Sólo hasta que el hígado haya eliminado el grupo químico adicional (un grupo fosfato), el resto de la molécula (psilocina) puede penetrar en el cerebro.
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Aunque existen rumores que afirman que la serotonina fosforilada o DMT fosforilado son alucinógenos alternativos que producen un clímax excepcional, estos grupos en realidad evitan en lugar de favorecer la psicoactividad porque ralentizan la entrada de la droga en el cerebro. La psilocibina se distribuye en hongos secos y como polvo blanco, que es el compuesto puro cristalino. La dosis normal es de 4 a 10 miligramos (de dos a cuatro hongos del género Psilocybe cyanenses).
El consumo de estos hongos es antiguo. La psilocibina ha completado el círculo en cierta manera, empezando por el escrupuloso uso ritual por parte de pueblos nativos; siguiendo con el uso recreativo de los hongos durante fiestas de fin de semana, para luego convertirse en objeto de investigaciones actuales y suscitar su interés religioso dada su capacidad para provocar efectos psicológicos benéficos prolongados. La experiencia con hongos se considera más leve y corta que la del LSD.
En dosis bajas, la psilocibina produce simples sensaciones de relajación, pesadez o liviandad física, así como distorsiones perceptivas (especialmente visuales). Con dosis más altas, las sensaciones físicas se multiplican: mareo, entumecimiento de la lengua, labios o boca, escalofríos o sudoración, náuseas y ansiedad. Los efectos psicológicos son los mismos que los del LSD.
El consumo de hongos
Los hongos Psilocybe no son los únicos que producen efectos mentales perceptibles, no obstante su consumo es el más extendido. Otros hongos alucinógenos pueden ser peligrosos. La Amanita muscaria contiene varios compuestos, entre ellos el muscimol y el ácido iboténico, que producen alucinaciones.
Estos compuestos pueden provocar intoxicaciones graves, en las que el habla se distorsiona, la coordinación es disfuncional y el consumidor siente náuseas y con frecuencia vomita. Después de esta fase, viene un estado letárgico, seguido de una experiencia intensa de alucinaciones. No obstante, este hongo también contiene muscarina, que estimula los receptores acetilcolinérgicos del cuerpo.
Este compuesto activa la estimulación del sistema nervioso parasimpático, produce intensa salivación, náuseas, vómitos, espasmos en los bronquíolos, lentitud en el ritmo cardíaco y tensión arterial muy baja. El uso recreativo del hongo amanita es escaso porque la experiencia es frecuentemente desagradable y los hongos no se encuentran con facilidad.
El abuso de los alucinógenos
Además de ser utilizados en ritos espirituales, los alucinógenos también son usados como drogas de abuso. Es conveniente dejar esta droga por que el abuso de los alucinógenos puede ser muy peligroso, ya que sus efectos son altamente impredecibles al producir efectos distintos en cada persona y ocasión debido a la variación en la cantidad y en la composición de sus principios activos, especialmente en los alucinógenos derivados de plantas y hongos.
Algunos tipos de alucinógenos:
El LSD
Se presenta en tabletas, cápsulas o en forma líquida (que puede ser añadida a papel secante), y se acostumbra a tomar por vía oral. Las experiencias son de larga duración.
El peyote
Se consume tomando los botones de cactus, que se mastican o se remojan en agua para producir un líquido para ingerir. Su efecto es de larga duración.
La psilocibina
Son hongos que se pueden conseguir frescos o secos y que se consumen por vía oral. Se preparan como un té o se añaden a otros alimentos para ocultar su sabor amargo. Los efectos de la psilocibina duran unas seis horas.
El PCP
Es un polvo que se disuelve fácilmente en agua o alcohol. Se vende en una gran variedad de tabletas, cápsulas y polvos y normalmente se inhala, fuma o ingiere oralmente. Los efectos duran entre 4 y 6 horas.
Los efectos del abuso de alucinógenos
Este tipo de drogas producen alucinaciones, distorsionando la percepción de la realidad. Además, el abuso de alucinógenos también producen cambios emocionales intensos.
Abuso de LSD:
Si se toma una dosis suficientemente alta, la droga produce delirio y alucinaciones visuales. El sentido del tiempo y de la identidad propia se alteran. Las sensaciones parecen entrecruzarse, dando la impresión de oír los colores y ver los sonidos. Estos cambios pueden causar pánico al usuario. El LSD no se considera una droga adictiva aunque sí produce tolerancia, por lo que algunos usuarios que la usan repetidamente deben tomar dosis cada vez más altas para lograr un efecto parecido.
Abuso de Peyote:
No hay evidencia de que provoque déficits psicológicos o cognitivos en los indígenas norteamericanos que usan peyote en sus ritos religiosos. Sin embargo, estas conclusiones no pueden aplicarse a las personas que abusan de la droga repetidamente para propósitos recreacionales.
Abuso de Psilocibina:
produce alteraciones en la función autonómica, los reflejos motores, el comportamiento y la percepción. Las consecuencias psicológicas del uso de psilocibina incluyen alucinaciones, una percepción alterada del tiempo y la incapacidad de discernir la fantasía de la realidad. También puede haber reacciones de pánico y psicosis, especialmente si el usuario consume una dosis alta. A largo plazo, hay riesgo de desencadenar enfermedad psiquiátrica, el deterioro de la memoria y la tolerancia.
Abuso de PCP:
Es una droga que distorsiona las percepciones visuales y auditivas y produce sentimientos de aislamiento o disociación del entorno y de sí mismo. Entre los efectos psicológicos, cabe citar:
- Síntomas parecidos a los de la esquizofrenia, como delirio, alucinaciones, paranoia, pensamiento perturbado y una sensación de distanciamiento del entorno.
- Ansiedad
- Cuando se abusa en periodos prolongados, pérdida de memoria, dificultad para hablar y pensar, depresión y pérdida de peso.
- Adicción: Búsqueda compulsiva de la droga a pesar de las consecuencias adversas graves.
- Con frecuencia es necesario llevar a las personas que consumen PCP a la sala de emergencia debido a una sobredosis o por la severidad de los efectos psicológicos desfavorables. Mientras están intoxicados, los consumidores de PCP pueden mostrarse violentos o con tendencias suicidas. Las dosis altas de PCP pueden resultar en convulsiones, coma y muerte (muerte como resultado de lesiones accidentales o suicidio durante un episodio de intoxicación). Debido a los efectos sedantes que también puede tener la PCP, la interacción con otros depresores del sistema nervioso central, como el alcohol y las benzodiacepinas, también puede producir el estado de coma.
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Mitos y peligros de los alucinógenos
En cuanto a la identificación, los consumidores nunca pueden estar seguros realmente del alucinógeno que consumen. Las preparaciones en papel secante seguramente serán de LSD porque los demás alucinógenos no son tan potentes para que una dosis eficaz se pueda vender de esta manera. Pero una pastilla/cápsula/polvo puede ser cualquier cosa o una combinación de varias cosas.
Análisis clínicos tomados a personas que ingresan en las salas de urgencias por intoxicación de LSD indican que en algunos núcleos urbanos apenas el 50 por ciento de las drogas que los consumidores creían que eran LSD realmente lo eran. Además, cualquier droga que se haya sintetizado en un laboratorio clandestino puede contener diversos subproductos que provienen de síntesis químicas deficientes.
Los hongos alucinógenos presentan otro problema de identificación. Muchas especies de hongos, incluida la Amanita muscaria, contiene compuestos psicotrópicos que son enormemente peligrosos o letales. Otras especies, como la Amanita phalloides, contienen toxinas que producen daños fatales al hígado y a los riñones.
El LSD, la psilocibina y la mescalina, generalmente no producen reacciones físicas peligrosas; la tensión arterial, la temperatura corporal y otros signos vitales permanecen razonablemente estables a menos que se produzcan cuadros agudos de ansiedad. El consumidor corre poco peligro de sufrir convulsiones o entrar en coma. Y pocas pruebas de que puedan presentar adicción o dependencia física. En este sentido, son seguras. No obstante, las consecuencias psicológicas para algunos pueden ser extremas.
Los alucinógenos pueden empeorar los síntomas de personas que ya de por sí son psicóticos, pero no sabemos si pueden provocar psicosis.
Tratamiento para dejar los alucinógenos
A menudo se busca tratamiento para la intoxicación, que generalmente es sintomática. El tratamiento es más de apoyo, como proveer un espacio sin mucho ruido ni estimulación sensorial. Ocasionalmente, se utilizan las benzodiacepinas para controlar la agitación extrema o las convulsiones.
Autor: Comunicación Clínicas CITA