¿Es peligroso el abuso de alcohol de los jóvenes los fines de semana?

El tratamiento del alcoholismo es uno de los más demandados en los centros de desintoxicación de España. Dentro del mundo de los tóxicos el alcohol tiene un rol especial, singular. Por una parte, a diferencia de otros tóxicos, el alcohol es una sustancia de uso común, tolerada e incluso fomentada por la sociedad.

El alcohol, percepción y riesgos

El alcohol está presente en ritos, en actos públicos etc y el consumidor de alcohol no es percibido de una forma similar al consumidor de sustancias e incluso comportamientos marcados por el estigma de lo censurable o lo ilegítimo. El alcohol, que siempre se ha ligado al ocio y a la celebración en nuestra sociedad, se ha asociado, quizás en los últimos tiempos con más fuerza que nunca, a una forma de ocio nocturno: el botellón. Se trata, además, de una forma de consumo que se liga inherentemente al consumo excesivo.

El “botellón” es una costumbre que, frecuentemente, se considera inocua para la salud. Hay una opinión extendida de que el consumo de alcohol, aún cuando se hace de forma excesiva, no deja secuelas si es sólo puntual. Pocos asocian la práctica del botellón al desarrollo de una patología (el alcoholismo) y muy pocos saben que, tal y como demuestran estudios recientes, ese consumo excesivo sí deja una impronta en el cuerpo. Hoy, en la página del Centro para la Investigación y el Tratamiento de adicciones (CITA) hablaremos sobre estas recientes investigaciones.

CONTACTAR CON CLÍNICAS CITA AHORA

    Modalidad
    Aceptar la Política de privacidad (requisito obligatorio)]

    ¿Hasta que punto es peligroso el abuso de alcohol que hacen los jóvenes los fines de semana?

    Según las conclusiones a las que han llegado los responsables de varios trabajos de investigación científica, la ingesta excesiva regular, es decir, el abuso que hacen los jóvenes del alcohol durante los fines de semana es más grave de lo que se sospechaba y entre sus consecuencias más llamativas podemos contar con el daño que provoca en el ADN de los jóvenes consumidores.

    Habitualmente, las referencias que se hacen al daño orgánico provocado por el alcohol tienen en cuenta las investigaciones realizados en personas alcohólicas que padecen trastornos crónicos provocados por una ingesta abusiva prolongada durante años. Sin embargo, el objetivo del presente estudio era poder evaluar el efecto del alcohol en personas jóvenes y sanas.

    La idea que dio origen a este estudio nació en las aulas universitarias, al constatar algunos profesores que en las primeras horas del lunes un buen número de estudiantes mostraban falta de atención y malestar indefinido como consecuencia de haber ingerido alcohol inmoderadamente durante el fin de semana previo.

    A continuación, se estableció como objetivo de la investigación poder evaluar el daño oxidativo producido por del consumo de bebidas alcohólicas en este grupo de estudiantes. Y la primera conclusión fue que los jóvenes que bebían los fines de semana tenían dos veces más daño oxidativo que el grupo de comparación.

    Ante estos resultados, decidieron evaluar si también el ADN de estos jóvenes bebedores se veía afectado. En este caso, los resultados mostraron que el grupo expuesto al alcohol quintuplicaba el número de células dañadas.

    Y aunque los investigadores advierten que no se pueda afirmar que exista un daño relevante en el ADN porque estos jóvenes aún no han estado expuestos de forma crónica al alcohol, la detección de un cierto daño debería ser valorada en su justa medida y estimular futuros estudios y políticas preventivas.

    Cada año, el alcohol causa la muerte de 320.000 jóvenes de entre 19 y 25 años, además de daños físicos y psíquicos difíciles de cuantificar.

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

    Scroll al inicio