Hace dos meses y medio, mi vida era un infierno. Estaba viviendo una vida que no era mía. No era yo. Los tóxicos nublaban mis sensaciones y mis sentimientos y no tenía otro pensamiento que el de consumir.
Ahora vuelvo a Ibiza con mis cinco sentidos a flor de piel y mis pensamientos ocupados en ser feliz. Vuelvo a ser aquel niño que disfrutaba con cada pequeña cosa: con un rayo de sol, con la arena, con las risas de mis sobrinos, con el deporte. Vuelvo a ser yo.
Simplemente ha bastado con ordenar mis pensamientos y quererme a mí mismo para volver a tener la ilusión por la vida y por las cosas que todavía me quedan por hacer. Incluso me siento muchísimo más tranquilo y calmado que antes de empezar a consumir. Está claro que no sólo he conseguido dejar la droga sino que también estoy arreglando otros aspectos de mi vida que me hacían daño.
CONTACTAR CON CLÍNICAS CITA AHORA
A partir de ahora pienso disfrutar, disfrutar y disfrutar.
Autor: Comunicación Clínicas CITA