La historia del LSD nació hace décadas y hoy en día sigue siendo una droga psicodélica de las más famosas. Es una droga de origen químico semi-sintética ya que no se encuentra en la naturaleza.
Un químico suizo, Albert Hofmann, la preparó por primera vez en 1938 a partir del ácido lisérgico, un compuesto químico del cornezuelo del centeno (un hongo que ataca a los cereales y, en especial, al centeno).
La historia del LSD, una droga de época
En esa época, Hofmann estaba interesado en desarrollar drogas de uso medicinal a partir de compuestos del cornezuelo. En 1943 consumió un poco de LSD por accidente y descubrió así su psicoactividad. A partir de finales de la década de los años 40, la compañía farmacéutica suiza para la cual trabajaba proveía el LSD como droga que debían investigar médicos y hospitales de todo el mundo.
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El LSD es una de las drogas conocidas más potentes, ya que produce sus efectos en dosis tan pequeñas como 25 microgramos (un microgramo es la millonésima de un gramo). Un ‘viaje’ de LSD dura ente 10 y 12 horas.
Historia del LSD, años 50
A lo largo de la década de los años 50, el LSD permaneció principalmente en manos de los investigadores, en especial los psiquiatras.
Pero muchas personas que probaron la droga la encontraron muy interesante y dieron publicidad a sus efectos y empezaron a tomarla por su cuenta. Al principio, la mayoría de la droga era químicamente pura y procedía del laboratorio suizo que la produjo, pero en la década de los 60, con la aparición del movimiento psicodélico, empezó también el mercado negro de esta droga.
La mayor parte de las personas que tomó LSD en los primeros tiempos, tuvo viajes positivos. Hablaba de haber experimentado intensas sensaciones de amor, comunión mística con todas las cosas, comunión con Dios y un conocimiento más profundo de sí mismo.
Se describían también vívidos cambios sensoriales. Tales descripciones hicieron que otras personas, en especial los jóvenes, sintieran el deseo de experimentar con la droga por su cuenta.
Sensaciones del LSD durante sus inicios
Si embargo, desde el principio quedó claro que no todo el mundo que tomaba esta droga lo pasaba bien. Algunas personas tenían malos ‘viajes’. Se sentían ansiosos o sufrían pánico. Sentían miedo de estar perdiendo la razón y de no poder volver a la realidad ordinaria.
Cuando el efecto de la droga terminaba, algunos de ellos se sentían deprimidos y ansiosos días después y, en algunos casos, quedaron problemas psicológicos duraderos.
Los malos viajes tienen más probabilidades de aparecer cuando la gente toma LSD en ambientes inapropiados, especialmente cuando no lo ha tomado nunca antes y lo están usando en dosis altas. Durante la década e los 60, el LSD del mercado negro era poco fiable, a veces estaba contaminado con otras drogas y, como no había muchas personas que conocieran sus efectos, los malos viajes eran frecuentes.
En los 70, las malas experiencias eran más raras porque los consumidores habían aprendido a usarlo con más inteligencia. Tomaban dosis razonables de LSD en ambientes favorables y con amigos que sabían lo que podían esperar.
About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
Autor: Comunicación Clínicas CITA