La dependencia a las drogas

La dependencia a las drogas consiste en una agrupación de tres síntomas cualesquiera de una lista de siete. Todos deben causar malestar profundo y deben ocurrir en el mismo año. El médico es quien debe establecer el diagnóstico, aunque los síntomas suelen ser obvios. Cada síntoma refleja la idea de que la persona necesita la droga para funcionar y hace cualquier tipo de sacrificio para consumirla. El diagnóstico actual se centra en las consecuencias, no en la cantidad o frecuencia del consumo. Por el contrario, las interpretaciones anteriores recurrían a la frecuencia de la intoxicación como síntoma. El diagnóstico actual de dependencia de drogas se centra en las consecuencias negativas; éstas incluyen la tolerancia y el síndrome de abstinencia, considerados con anterioridad los indicadores típicos de la dependencia. Los otros síntomas son el consumo que excede la intención inicial, el deseo persistente de la droga o los intentos fallidos para reducir su consumo, la pérdida de tiempo relacionada con el consumo, la reducción de actividades a causa del consumo y el consumo continuado a pesar de los problemas asociados.

La dependencia a las drogas

La tolerancia es uno de los factores clave de la dependencia fisiológica, que se produce cuando el consumo repetido de la misma dosis ya no produce efectos tan intensos. Este síntoma puede indicar un consumo excesivo y puede motivar el consumo continuado. Las personas no se hacen tolerantes a la droga sino a sus efectos. Después de un consumo repetido, es posible que algunos de los efectos de la sustancia disminuyan mientras que otros no; la tolerancia a los efectos deseados de la marihuana puede animar a la gente a fumar más. Son muchas las personas que afirman que han fumado cannabis para mejorar su estado de ánimo. Aunque se desarrolla tolerancia al efecto estimulante del THC sobre el estado de ánimo, esta tolerancia podría llevar a las personas a fumar más para alcanzar las mismas sensaciones. El incremento en el consumo podría coincidir con una mayor probabilidad de problemas. Aunque pueda parecer irónico, la tolerancia a los efectos negativos también puede estimular un mayor consumo. Por ejemplo, fumar produce sequedad de boca, pero este efecto disminuye con el consumo.

El síndrome de abstinencia se refiere al malestar asociado con la ausencia de la sustancia; muchas drogas producen síndrome de abstinencia, incluidas las más comunes: cafeína, nicotina y alcohol. El síndrome de abstinencia más notorio es el de la heroína; este opiáceo tiene la reputación de producir un síndrome de abstinencia drástico, que incluye pequeñas convulsiones en las piernas. Cada persona experimenta el síndrome de abstinencia de una manera distinta: muchos afirman que la marihuana no produce síndrome de abstinencia; desde luego no produce los graves síntomas característicos del alcohol o la heroína y muchos consumidores no experimentan ningún problema tras dejar de consumirla. No obstante, las personas que reciben THC sintética durante varios días consecutivos, refieren mal humor y alteración del sueño cuando dejan e consumirlo. Los individuos que fuman cannabis durante varios días seguidos tienen más ansiedad sin la sustancia Por lo tanto, la marihuana podría producir síndrome de abstinencia y, por tanto, dependencia.

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    El consumo que excede la intención inicial se considera un tercer síntoma de dependencia y sugiere que los individuos planean consumir una cierta cantidad de marihuana pero, una ve están colocados, consumen más. El consumo que supera la intención es conocido también como pérdida de control.

    El cuarto síntoma de dependencia se refiere a los intentos fallidos para disminuir el consumo o al deseo constante de fumar cannabis. La incapacidad para reducir el consumo de marihuana a pesar de desear hacerlo, sugiere que la droga ha alterado el comportamiento de forma significativa, aunque a alguien sin motivación para dejarla nunca se le podría calificar como a alguien que ha fracasado en el intento. Por tanto, es posible que las personas que nunca han intentado dejarlo, todavía experimenten este síntoma si muestran un deseo persistente y continuo por la droga.

    Un quinto síntoma de dependencia hace hincapié en la pérdida de tiempo relacionada con el consumo. Dado que la marihuana es ilegal, los consumidores podrían dedicar una cantidad considerable de tiempo en obtenerla. Las personas adictas a la cafeína, a la nicotina o al alcohol pierden probablemente menos tiempo en conseguir su droga. El número de horas requeridas para considerar que se trata de una pérdida de tiempo considerable no está clara, lo que hace que este síntoma parezca subjetivo. Los casos claros incluyen a alguien que dedica el día a buscar drogas, colocarse y recuperarse. Alguien que dedica algunas horas al día a estas actividades también recibiría este diagnóstico.

    El sexto síntoma de dependencia es la reducción de actividades debidas al consumo de cannabis.

    El último síntoma de dependencia requiere el consumo continuado a pesar de los problemas. Presentarían este síntoma las personas que siguen consumiendo marihuana aun sabiendo que tiene consecuencias negativas. El consumo recurrente, al margen de los problemas laborales, sociales, interpersonales, psicológicos o de salud, muestra una dependencia obvia.

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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