Los riesgos de fumar durante el embarazo

Hoy queremos comentar los riesgos de la nicotina, en las mujeres embarazadas. La nicotina afecta a los vasos sanguíneos de la placenta y de este modo interfiere el suministro de oxígeno al feto. Más aún, pasa fácilmente de la sangre de la madre a través de la placenta, comprometiendo también la circulación fetal.

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Las mujeres que fuman durante el embarazo tienen una frecuencia más alta de partos prematuros y de bebés con menos peso del normal. Existen en los hijos de madres fumadoras más anormalidades de nacimiento, más enfermedades y muerte durante la infancia, lesiones significativas en los vasos sanguíneos del niño y posibilidad incluso de retraso en el desarrollo mental.

Sin embargo, es difícil obtener una evidencia de que el daño fetal sea causado por ciertas drogas, no sólo por fumar, sino por cualquier otra droga usada durante el embarazo. El problema es que las mujeres que son adictas a una determinada droga difieren de muchas maneras de las mujeres que no lo son. Las mujeres que fuman, por ejemplo, presentan niveles de ansiedad más altos y un comportamiento más explosivo.

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    A las fumadoras les preocupa menos la salud que a las no fumadoras, y esto probablemente lleva a una preocupación menor del cuerpo durante el embarazo, menor cuidado prenatal, dieta más pobre, o más uso de alcohol y otras drogas. Es difícil estar seguro, cuando se compara su descendencia con la de las no fumadoras, de que las diferencias observadas se deben al fumar durante el embarazo más que a factores asociados o a algunas características innatas de la madre.

    Estudio del AJHG 

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    Sin embargo,  hemos leído un reciente estudio publicado en American Journal of Human Genetics, que viene a aportar un poco más de luz al respecto, revelando, tras un estudio realizado a miles de recientes madres de todo el mundo y a sus hijos, que fumar durante el embarazo modifica químicamente el ADN del feto y complica la salud del bebé, ya que las sustancias tóxicas del tabaco se transmiten por la sangre a través de la placenta.

    Aunque ya existía la constancia de que el tabaquismo de las madres afectaba el ADN de sus hijos si fumaban durante el embarazo, ésta es la primera vez que se realiza un ensayo de estas proporciones. En este caso, los investigadores han analizado los resultados en 6.685 bebés y sus madres, clasificadas en función de sus hábitos de consumo de esta sustancia.

    La muestra de participantes se dividió en las fumadoras asiduas que fumaban durante su embarazo (el 13 %), las fumadoras ocasionales que dejaron de fumar al inicio de su embarazo (el 25 %), y las no fumadoras (el 62 %).

    Y, desde un punto de vista técnico, la investigación se centró en el cordón umbilical, una mina de células con gran potencial regenerativo. En este sentido, la sangre recogida del cordón ha desvelado que el ADN de los bebés cuyas madres son fumadoras asiduas posen 6.073 posiciones diferentes a la secuencia de los recién nacidos de madres no fumadoras.

    Y los investigadores creen que estas divergencias en el código genético obedecen a los componentes producidos por la combustión del tabaco y no a la nicotina de los cigarrillos. En concreto, los cambios en la secuencia de ADN corresponden a genes vinculados con los pulmones y con el desarrollo del sistema nervioso, lo que podría ayudar a explicar las causas de algunas enfermedades prematuras.

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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