El LSD, la psilocibina y la mescalina, los más tipicos alucinógenos, generalmente no producen reacciones físicas peligrosas; la tensión arterial, la temperatura corporal y otros signos vitales permanecen razonablemente estables a menos que se produzcan cuadros agudos de ansiedad.
El consumidor corre poco peligro de sufrir convulsiones o entrar en coma. Más aún, hay pocas pruebas de que estas sustancias activen los centros de placer y no se presenta adicción ni dependencia física. En este sentido, son notablemente seguras. No obstante, las consecuencias psicológicas para algunos pueden ser extremas.
El mal viaje, en el que el consumidor tiene ansiedad aguda y del que quizás teme no poder regresar, es el más común. Afortunadamente, esta reacción se termina cuando la droga se elimina del cuerpo. La ansiedad aguda se puede tratar generalmente con una dosis de benzodiacepina.
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¿LSD y secuela mental?
¿Qué tiene de cierto el mito de que tomar LSD puede enloquecer a la persona? Los alucinógenos pueden empeorar los síntomas en personas que ya de por sí son psicóticos, pero no se sabe si pueden provocar psicosis.
Por supuesto, esto no ocurre con frecuencia. Varios estudios han de mostrado que los consumidores de alucinógenos tienen una alta representación entre los pacientes psiquiátricos y que, de mil personas que toman alucinógenos, entre una y cinco experimentan una reacción psicótica aguda.
Existe el problema del tipo ‘qué fue primero’ en la comprensión de esa estadística. La mayor parte de la gente que se hospitaliza debido a una reacción psicótica a los alucinógenos, nunca antes había sido visitada por un psiquiatra.
Así que es imposible saber si estaban sanos antes de la experiencia con la droga. Sí sabemos que un pequeño número de personas ha tenido reacciones realmente serias al LSD y drogas similares, como sufrir estados psicóticos prolongados.
Asimismo, las personas con antecedentes familiares u otra predisposición a la enfermedad mental deben ser especialmente cuidadosas. A veces, una experiencia alucinógena puede poner de manifiesto estos síntomas en personas vulnerables.
Autor: Comunicación Clínicas CITA