Después de que la Guardia Civil desmantelase un laboratorio de producción de aceite de hachís en nuestro país, el consumo de aceite de hachís ha encendido las alarmas, ya que se trata de una droga cara, de producción arriesgada por el uso de gases inflamables como el butano, poco consumida aún, y peligrosa, ya que una sola gota en un cigarro de marihuana multiplica por cinco sus efectos, aseguran los profesionales del centro de desintoxicación y tratamiento de adicciones CITA.
El aceite de hachís es conocido también como BHO (Butane Hash Oil), y aunque en España se han incautado partidas de este estupefaciente, elaborado de manera doméstica para un consumo reducido, hasta ahora no se había detectado su producción a gran escala. En este caso, se han incautado 1.300 plantas de marihuana y 28 kilos de aceite de hachís congelado en bloques.
No es difícil encontrar en internet tutoriales para extraer del cannabis el aceite, pero para llevar a cabo el proceso se utilizan gases inflamables, como el butano, que lo hacen notablemente peligroso, aunque los productos utilizados para su producción pueden conseguirse sin problema alguno. De su peligrosidad ya alertó hace tiempo la DEA, la agencia antidroga estadounidense, después de descubrir un laboratorio donde se utilizaba tal cantidad de gases que, si se hubiera producido una explosión, habrían resultado afectadas varias manzanas.
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Una vez extraído el aceite de la planta, suele mezclarse con una especie de alcohol que se puede adquirir en farmacias para mantener sus propiedades.
Consumo de aceite de hachís
El aceite de hachís es muy cotizado, ya que los efectos en el consumidor se multiplican por cinco respecto a los que produce un solo cigarrillo de marihuana. Aún no es muy consumido en España, ya que es difícil de conseguir porque hay pocos proveedores. Por el contrario, en Estados Unidos la demanda es mayor.
Los consumidores suelen poner una gota de aceite de hachís en la punta de un cigarro de cannabis para fumarlo. Es fuerte para los pulmones y, por esa razón, algunos prefieren vaporizar el aceite. Tampoco es muy asequible, ya que el gramo tiene un precio de unos siete u ocho euros y el kilogramo, de entre 4.000 y 5.000 euros.
El consumo de esta droga representa un tratamiento de adicciones concreto desarrollado en nuestro centro de desintoxicación.
About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
Autor: Comunicación Clínicas CITA