En el centro de desintoxicación y deshabituación de Clínicas CITA sabemos de primera mano que es muy fácil recaer en la adicción durante el primer mes de abstinencia. Y el motivo hay que buscarlo en una serie de obstáculos habituales que debemos reconocer y afrontar. De entrada, conocer cuáles son estos obstáculos nos facilita la labor de saber gestionarlos cuando aparezcan.
Síntomas de la abstinencia
Durante esta etapa pueden aparecer síntomas de la abstinencia, tanto físicos como emocionales: insomnio, cambios de humor, irritabilidad, adormecimiento de las emociones, hipersensibilidad emocional, falta de energía, pérdida del nivel de concentración, incapacidad para sentir placer, falta de deseo sexual, extrema sensibilidad al estrés, fallos de memoria, pensamiento confuso, menor nivel de atención, agorafobia.
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Y si no sabemos de su posible aparición, podemos caer en el desánimo de pensar que se trata de un estado definitivo y no de una fase del mismo proceso de cambio, ya que la mayoría de estos síntomas van a desaparecer con el paso de los días.
Ya que muchos de estos síntomas son provocados por el deterioro orgánico, recurrir a un nuevo consumo para intentar anularlos, en realidad empeora la situación, prolongando e intensificando esos síntomas a largo plazo.
Algunos ejemplos que pueden provocar el deseo de consumir de nuevo
– Ver a personas que asociamos al consumo
– Regresar a lugares en los que se consumía.
– Experimentar estados de ánimo negativos, como rechazo, soledad, aburrimiento, ira, culpa, ansiedad, depresión.
– Sentimientos de control: sensación de que el problema ya está superado y que un nuevo consumo no será problemático.
– Recuerdos.
– Momentos del día: si estaba acostumbrado a consumir al finalizar el trabajo o en cualquier otro momento.
– Sonidos y olores.
– Ver a otras personas consumiendo.
No se pueden evitar todos los estímulos, pero sí se pueden vivir de otro modo
En el centro de desintoxicación y deshabituación de Clínicas CITA sabemos queen una primera etapa de la abstinencia, hay que intentar evitar estos estímulos en la mayor medida posible. Hay que evitar ponerse a prueba y situarse frente a lo que estimula el deseo de consumir sólo para probar que uno es capaz de resistirse a hacerlo.
Los estímulos no pueden controlarse por completo, ya que acabaremos por encontrarnos con alguna situación que nos recuerde el consumo.
Un estímulo no puede ser evitado para siempre. El alcohol, por ejemplo, se consume abiertamente y en todas partes. Por tanto, no se trata de rechazar el estímulo sino de hacer una elección distinta. Es decir, hacer una elección en positivo y no sólo un rechazo de lo negativo. El que decide salir a hacer deporte bien temprano por la mañana, sabe que si esta noche bebe y se acuesta tarde, mañana no rendirá, por lo que decide no beber.
About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
Autor: Comunicación Clínicas CITA