¿Qué son los sedantes y cómo funcionan?

Qué son los sedantes y cómo funcionan

Casi todos los sedantes generales que se usan con fines recreativos son compuestos que se han fabricado para uso médico y se han desviado de su fuente legal. Estas drogas se obtienen mediante prescripciones ilegales, por robo o importándolas de países donde se pueden adquirir sin receta médica. Por ello, casi siempre se presentan como pastillas, líquidos o preparaciones para inyecciones. La potencia de estas sustancias puede variar considerablemente.

Por ejemplo, se considera un sedante hipnótico el alcohol.

Efectos de consumir sedantes

Los barbitúricos y otras drogas aumentan la función inhibidora del neurotransmisor GABA en su sitio de fijación en las células nerviosas. Si llega una señal que libera un poco de GABA a una célula o red de células, entonces, en presencia de barbitúricos esa misma cantidad de GABA puede ser mucho más efectiva. Esto se logra con el aumento del tiempo que los canales de la membrana de la célula están abiertos. Si permanecen abiertos más tiempo, entonces fluyen más iones inhibidores y la célula queda inhibida para disparar potenciales de acción durante u período más largo. Si hay suficiente GABA y suficiente barbitúrico, entonces las células no pueden disparar en absoluto y el sistema se colapsa.

CONTACTAR CON CLÍNICAS CITA AHORA



    Modalidad








    Aceptar laPolítica de privacidad (requisito obligatorio)]

    Las drogas sedantes

    Todos los sedantes producen más o menos los mismos efectos. Primero, una sensación de relajación y de reducción de la ansiedad, un sentimiento apacible. En dosis más altas, a esta sensación le sigue mareo, vértigo, somnolencia, dificultad para hablar y falta de coordinación muscular. El aprendizaje se ve afectado y la memoria de sucesos ocurridos bajo la influencia de estas sustancias químicas, especialmente las benzodiacepinas, se puede ver comprometida. La duración de la acción puede variar de un par de horas a más de un día, de modo que es importante estar alerta a la posibilidad de daño prolongado.

    Efectos secundarios inesperados, como pesadillas, ansiedad, hostilidad y rabia (lo opuesto de los efectos calmantes que se supone que proporciona el fármaco), se producen ocasionalmente. Todos estos fármacos afectan la capacidad de conducir y, en general, sus efectos se incrementan con el alcohol. La persona que ha tomado un sedante y una copa de alcohol no debe conducir.

    En el caso de las benzodiacepinas, el riesgo de una sobredosis fatal es bajo si se toman solas. Las dosis altas, simplemente prolongan el sueño y quizás la pérdida de memoria durante el período que estén activas. No obstante, si se combinan con otros sedantes, pueden provocar una supresión fatal de la respiración. Si es difícil despertar a una persona que ha tomado benzodiacepinas, es mejor dar por sentado que hay otra droga presente en el organismo y buscar ayuda médica de inmediato.

    Cualquiera de los sedantes, con excepción de las benzodiacepinas, causará la muerte por supresión dela respiración e insuficiencia cardíaca si se toma en cantidades suficientes. La progresión de los síntomas es la siguiente: somnolencia y falta de coordinación muscular, dificultad para hablar; sueño profundo del que no se puede despertar; pérdida delos reflejos como parpadear, vomitar; ausencia de respuesta al dolor; supresión de la respiración y muerte. Si una persona ha tomado un sedante y no puede despertarse, hay que buscar ayuda médica de inmediato.

    Como con el alcohol, los opiáceos y los inhalantes, es peligroso combinar cualquier sedante, incluidas las benzodiacepinas, con cualquier sustancia que provoque sueño. Esto incluye el alcohol y otras drogas que tienen propiedades sedantes, anestesias generales o solventes. Algunos fármacos para la gripe incluyen antihistamínicos que, combinados con los sedantes, pueden producir depresión del ritmo cardíaco y la respiración.

    El consumo de sedantes

    En el caso de un sedante, el colapso es exactamente lo que se quiere que suceda, pero sólo en ciertas áreas. Ahí reside el secreto de una buena farmacología: encontrar una sustancia que haga exactamente lo que se quiere y no lo que no debe hacerse. Los barbitúricos y otros sedantes generales son maravillosos si se sabe cómo administrarlos, pero si no se sabe pueden ser letales.

    El mensaje que se desprende es que todos los sedantes son iguales en cuanto a su mecanismo de acción, pero pueden diferir mucho con respecto a su potencia ye incluso en su potencia específica con respecto a las redes neuronales esenciales para las funciones vitales. Cada vez que se tome un sedante, hay que saber lo que se está tomando y cuál es la dosis apropiada para ese fármaco.

    Fuente: Clínicas CITA

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

    Scroll al inicio