Señales de peligro

Señales que advierten del peligro de recaída, que aparecen de nuevo durante la recuperación y que nos pueden ayudar a nosotros y a las personas de nuestro alrededor:

– Sentir impulsos o ganas de consumir con mayor frecuencia y de forma más persistente que en épocas anteriores.

– Empezar a sentirse más impaciente que tiempo atrás (desear que las cosas sucedan más rápidamente).

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    – Empezar a culpar a otros de lo que sucede.

    – Esperar o exigir demasiado de uno mismo y de los demás.

    – Mostrar una actitud desafiante ante los demás.

    – Sentir el deseo de dar rienda suelta a los antojos.

    – Sentirse más agotado y con menos energía que en días anteriores.

    – Sentir ganas de darse por vencido y de tirarlo todo por la borda.

    – Empezar a tener dudas de ser realmente drogodependiente, empezar a pensar que uno no tiene realmente una dependencia a ninguna sustancia.

    – Empezar a pensar que se puede controlar el consumo.

    – Sentir lástima de mí mismo.

    – Empezar a pensar que soy un caso perdido.

    – Volver a idealizar los buenos momentos de mi consumo.

    – Sentir que tengo buenos motivos para consumir.

    – Soñar frecuentemente que vuelvo a consumir.

    – Esperar que los problemas se solucionen por arte de magia.

    – Autocriticarse y autoculpabilizarse con severidad.

    – Empezar a dejar de acudir a hacer las analíticas, a las visitas con los distintos profesionales o a los grupos.

    – Dejar de tomar la medicación.

    – Atormentarse por errores del pasado.

    – Volver a exponerse a situaciones que aumentan el riesgo a recaer.

    – No poner la recuperación en primer término.

    – Volver a engañar, a mentir y a no ser sincero con la gente que me rodea.

    – Rechazar las sugerencias de mis terapeutas y compañeros en relación a mi recuperación.

    – Decir lo que los demás quieren oír pero interiormente pensar lo contrario.

    – Empezar a dejar de lado el cuidado personal (comer mal, no hacer ejercicio, no distraerme…).

    – Tomar tranquilizantes o fumar porros para buscar efectos parecidos a los de la bebida u otras sustancias.

    – Aislarse de la gente que nos quiere y nos puede ayudar.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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