Un héroe de la lucha contra las drogas .- 05/08/2014.- En 1987 la Organización de las Naciones Unidas decidió crear el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Un día simbólico dedicado a recordar, tanto los problemas para la salud derivados del consumo de drogas como los problemas económicos, políticos y sociales derivados del tráfico ilícito.
El 26 de Junio se conmemora el desmantelamiento de la red de Opio de Humen, ciudad China en la provincia de Guangdong, un hecho que desató la primera Guerra del Opio (1839-1842) entre la dinastía Qing y el imperio Británico. El héroe de esta historia sería Lin Zexu, oficial de la dinastía Qing y uno de los primeros héroes de la lucha contra las drogas. Lin mantuvo una firme postura moral respecto al tráfico de opio (y contra los que apoyaban la puesta en marcha de un impuesto que reportase dinero a las arcas del emperador).
Lin había sido enviado para detener el contrabando de opio, con el que Inglaterra intentaba compensar las pérdidas que suponía para su balanza comercial la creciente importación de té desde China. Después de una fase de ambigüedad por parte de China se optó por la prohibición del uso del opio. Para entonces, millones de chinos se habían hecho adictos al uso del mismo. Un trabajador chino que hubiese caído en la adicción al opio podía llegar a gastar hasta dos tercios de su sueldo en la sustancia.
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Lin ejerció su función como enviado del emperador y destruyó el opio de Humen, una operación que duró nada menos que veintitres días. Desde el tres hasta el veintiseis de Junio trabajadores chinos destruyeron los suministros inglés de opio mezclándolo con sal y limón y arrojándolo al mar. Los comerciantes ingleses se lamentaron ante la reina de lo que consideraban una agresión injustificada (a pesar de que eran conscientes de estar quebrantando la ley china al comerciar con un producto que no era más legal en su patria inglesa). Lin envió una carta a la reina victoria en la que atacaba la actitud de los comerciantes ingleses y advertía de las sanciones que recibirían en el futuro quienes intentasen comerciar con opio en China. La tensión se disparó y el emperador destinó a Lin a Mongolia. A pesar eso fue inevitable la primera guerra del opio, que culminó en el tratado de Nankin. China tuvo
Hoy Lin es recordado en China como un ejemplo de las virtudes morales que debe poseer un buen gobernante.
Autor: Comunicación Clínicas CITA