Del 10 al 16 de noviembre de 2025, Cataluña celebra la XIV Semana del Riesgo del Alcohol, una iniciativa impulsada por la Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT) a través del programa Beveu Menys. El objetivo es claro: concienciar sobre los efectos del consumo de alcohol y promover hábitos de vida más saludables.

Esta semana se enmarca en una estrategia de salud pública que busca informar, detectar consumos de riesgo y fomentar la prevención, tanto en el ámbito sanitario como comunitario.
¿Sabes cuánto alcohol estás consumiendo?
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Una de las claves de la campaña de este año es ayudar a la población a identificar qué se considera una dosis estándar de alcohol y cuáles son los límites recomendados para un consumo de bajo riesgo.
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Según la Generalitat de Catalunya, 10 gramos de alcohol equivalen a:
1 copa de vino de 125 ml (10º)
1 caña de cerveza de 250 ml (5º)
1 combinado de 60 ml de licor (40º) = 20 g de alcohol
Límites de bajo riesgo por sexo
Personas de sexo masculino: máximo 20 g de alcohol al día
Personas de sexo femenino: máximo 10 g de alcohol al día
¿Por qué es importante respetar los límites?
Superar estos límites incrementa significativamente el riesgo de sufrir daños físicos, psicológicos y sociales, incluso sin llegar a una dependencia. Además, el alcohol puede causar cáncer y desarrollar adicción.
En algunos casos, el consumo debe ser cero
Existen situaciones en las que no se recomienda consumir alcohol en absoluto, debido al mayor riesgo para la persona y/o terceros. Algunos de estos contextos son:
Conducción de vehículos
Embarazo y lactancia
Menores de edad
Trabajo de precisión o actividades de riesgo
Uso de ciertos medicamentos o enfermedades
Cuidado de menores
En todos estos casos, la mejor recomendación es clara: no consumir alcohol en absoluto.
¿Qué propone la Semana del Riesgo del Alcohol?
Durante esta semana, profesionales de la salud de toda Cataluña llevarán a cabo acciones de cribado sistemático del consumo de alcohol, ofreciendo evaluaciones breves y promoviendo conversaciones con los pacientes sobre su consumo.
La estrategia se basa en dos herramientas clave:
Detección precoz: identificar patrones de consumo de riesgo mediante preguntas breves.
Intervención breve: ofrecer información, motivación y apoyo para reducir el consumo.
Ambas herramientas han demostrado ser altamente eficaces para ayudar a individuos que estén sufriendo de problemas con el alcohol en el presente, y a su vez también prevenir otros casos y/o complicaciones futuras.
En los casos en que se detecta un consumo problemático de alcohol, existen distintos tipos de tratamiento que pueden adaptarse a la situación de cada persona. Algunas personas pueden beneficiarse de un tratamiento ambulatorio, que les permite recibir apoyo médico y psicológico sin necesidad de interrumpir su rutina diaria. En otros casos, especialmente cuando hay una dependencia establecida o complicaciones asociadas, puede ser recomendable un ingreso temporal en centros especializados, como por ejemplo Clínicas CITA, donde se ofrece un entorno seguro, confidencial y terapéutico con atención profesional intensiva para iniciar un proceso de recuperación integral.
Educar, informar y actuar: la prevención empieza en lo cotidiano
La Semana del Riesgo del Alcohol no solo interpela a los profesionales de la salud. También es una llamada de atención a la ciudadanía, a los entornos familiares, educativos y comunitarios. Hablar abiertamente del alcohol, conocer sus efectos y compartir información basada en evidencia es clave para desmontar mitos y normalizar decisiones saludables.
La adicción al alcohol y el consumo problemático siguen siendo problemas muy presentes en nuestra sociedad y constituyen una de las principales amenazas para la salud pública a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcohol está relacionado con más de 200 enfermedades y trastornos, y cada año causa más de 3 millones de muertes en todo el mundo. En Europa, representa cerca del 5,5 % del total de defunciones, con un impacto especialmente elevado en jóvenes de entre 15 y 39 años. Además, contribuye a un alto número de accidentes de tráfico, episodios de violencia, problemas familiares y trastornos mentales, lo que evidencia la magnitud de sus consecuencias no solo individuales, sino también sociales.
El papel de la prevención es precisamente ese: fomentar la reflexión, brindar herramientas para actuar y promover contextos donde la salud esté por encima de la presión social. La información no juzga; empodera a las personas para que puedan tomar las mejores decisiones posibles sobre su bienestar y el de su entorno.
Reducir el consumo: una decisión saludable
Modificar la relación con el alcohol no es fácil, pero puede traer beneficios profundos: mejor descanso, mayor energía, claridad mental, salud digestiva, emocional y cardiovascular.
La prevención empieza por la información. Saber qué es una dosis estándar, cuándo se supera el límite y cuándo no se debe consumir en absoluto, es un paso fundamental para reducir riesgos innecesarios.
Si necesitas ayuda, busca apoyo
Si tú o alguien cercano necesita orientación sobre el consumo de alcohol o quiere comenzar un tratamiento de adicciones para combatir la dependencia al alcohol, existen recursos profesionales que pueden acompañarte de forma respetuosa, confidencial y especializada.
Desde Clínicas CITA, como centro referente en el tratamiento de adicciones, nos sumamos a esta campaña reafirmando nuestro compromiso con la educación, la prevención y el abordaje integral del consumo de alcohol.
Autor: Comunicación Clínicas CITA


