Características del consumidor de cocaína

Aunque es difícil generalizar sobre una población tan grande, que va del uso casual al compulsivo, los consumidores de cocaína acostumbran a tener un nivel educativo relativamente alto.

Comparándolos con otros adictos, el individuo que abusa de la cocaína está menos frecuentemente involucrado en el abuso de drogas diversas y tiene una menor incidencia de personalidad antisocial. Estas características sugieren un buen pronóstico para el adicto en tratamiento psicoterapéutico, pero al convertirse la cocaína en más potente y más al alcance, las diferencias entre los que abusan de cocaína y los que lo hacen con otras sustancias irán seguramente disminuyendo.

Varios estudios han examinado la prevalencia de otros diagnósticos psiquiátricos en los pacientes que abusan de cocaína. Los trastornos afectivos se estiman en la mitad de los individuos que abusan de cocaína, con esta subdivisión: enfermedad depresiva, enfermedad maníaco-depresiva y ciclotímica. Otros han descrito trastornos del déficit de atención entre pacientes adictos a la cocaína. Se ha hallado también una prevalencia muy alta en trastornos de tipo narcisista y borderline de la personalidad.

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    Algunos autores buscan la explicación del consumo de drogas en la obtención del placer primero, y después en motivos autodestructivos y regresivos. El escapismo que se produce en los estados de intoxicación es otro de los conceptos propuestos como motivación para el uso y abuso de drogas. Otras teorías lo ven como una estrategia general de afirmación, aunque sea problemática.

    Algunos autores creen que el uso de drogas representa una intención de auto-tratamiento. Las drogas constituirían una defensa contra afectos desbordantes como el odio, la vergüenza y la soledad (calmados por los opiáceos) o sentimientos de falta de valor personal, debilidad y la consecuente depresión (mejorada con estimulantes, incluyendo la cocaína). El adicto presentaría una vulnerabilidad constitucional a estos efectos por diferentes problemas subyacentes.

    Hay también quien se refiere a una dificultad para reconocer y experimentar sentimientos y la falta de habilidad para verbalizarlos o simbolizarlos de manera adecuada. Los individuos están poco dotados para reducir la tensión de los estados emocionalmente complicados. Los sentimientos se perciben de forma vaga, no se discriminan, se somatizan, sobrepasan al individuo, y se experimentan como sensaciones fisiológicas desagradables, susceptibles de ser aliviadas con la droga.

    Quizás la más convincente de las teorías psicodinámicas del abuso de drogas es la de la hipótesis de la auto medicación. Al aplicarse a la cocaína, esta teoría propone que la droga se utiliza para medicar estados desagradables como la depresión, los problemas de autoestima, la impulsividad, las disforias agudas y crónicas y la ciclotimia, características propias de los adictos a la cocaína.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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