La locura del ‘bloodtooth’, la técnica de compartir el colocón de los drogadictos
Derivado de la palabra bluetooth (la tecnología para intercambiar contenidos entre dispositivos y con la modificación de la palabra blood (sangre), este concepto define, en Sudáfrica, una manera de compartir cuelgues de droga con una misma dosis.
El método es el siguiente: Una persona se inyecta la dosis, y, una vez inyectada, otra persona extrae su sangre y se la inyecta a sí mismo. Y el resultado es como si también se hubiera inyectado la droga.
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Las consecuencias, sin embargo, pueden ser fatales para quienes practican este sistema: el contagio de enfermedades como el sida, la muerte por mezclar grupos sanguíneos incompatibles, ataques al sistema inmunológico, y una coagulación sanguínea severa, lo que puede causar el colapso del sistema circulatorio, el fallo de los órganos y la muerte.
Pensado para abaratar costes, el bloodtooth no sale siempre gratis a quienes recurren a él, porque en ocasiones han de pagar una cantidad -mucho menor que la que pagarían por la droga- a la persona que se deja extraer la sangre.
La alarma ha llegado al Parlamento, donde la oposición ha pedido al Gobierno la introducción en la Policía de especialistas en drogadicción que ayuden a combatir este hábito.
Una adicción ya consolidada desde hace años
Sin embargo, el bloodtooth es utilizado por los adictos desde hace años, y es habitual en las cárceles sudafricanas.
Este problema con el bloodtooth está íntimamente ligado a una droga llamada ‘nyaope’, cuya aparición se remonta hace unos años, cuando una mezcla de heroína con productos como efedrina, detergente, arsénico y antidepresivos empezaron a venderse en las ciudades.
Entre los efectos del ‘nyaope’ se cuentan la ralentización de los procesos mentales y las náuseas, además de la supresión del dolor, el riesgo de ataques al corazón y de abortos espontáneos. A la larga, el nyaope produce complicaciones circulatorias y pulmonares y enfermedades del hígado y del riñón, además de problemas mentales. Los adictos comienzan a consumir el nyaope fumándolo, pero pasan a introducírselo en vena cuando el primer modo de administración deja de hacerles efecto.
Autor: Comunicación Clínicas CITA