
Levántate y Cárdenas es uno de los programas de radio más escuchados de la radio española con 1.142.000 oyentes. La semana pasada CITA tuvo su aparición en el programa. Os dejaremos en el blog los cortes de la aparición de CITA. El de hoy corresponden al programa del 15 de Julio.
hay gente muy que está muy enganchada al
trabajo también hay hay adictos al
trabajo y por supuesto Hay un montón de
centros que también te van a ayudar y
que también puedas quitarte esa adicción
Como tantas otras como hace poco pues
una persona que os comenté muy cercana a
mí pues, Oye hemos tenido que llevarla a
un centro de adicciones y que no tenía
que dar ningún tipo de vergüenza, o sea
lo que hay que decir, es cómo se supera
esto,
hay Hay un montón de lugares donde
ostras son centros que más bien
parecen vamos hoteles hoteles que que lo
que no clínicas, así que Mirad un
montón de los que de los que hay
nosotros ahora en verano recomiendo uno
por ejemplo clínicas Cita sin ir más lejos.
Con terapia con caballos para quitarte la
dependencia del alcohol, de la cocaína, de
del trabajo, del sexo…
más cercano porque por supuesto lo
último que os tiene que dar es vergüenza
si Hay un problema se afronta y se
supera
En un mundo donde el éxito se mide por la productividad y la dedicación absoluta, es fácil caer en la trampa de normalizar el exceso laboral. Sin embargo, detrás de las largas jornadas y la obsesión por cumplir metas hay un problema grave que pocos se atreven a nombrar: la adicción al trabajo. Al igual que ocurre con el alcohol, la cocaína u otras dependencias, esta adicción desgasta la salud física, emocional y las relaciones personales. Pero aquí está la clave: reconocerlo no es motivo de vergüenza, sino el primer paso hacia la libertad.
Imagina por un momento a alguien cercano, tal vez un familiar o un amigo, que ha perdido el control de su vida por entregarse en cuerpo y alma a su profesión. Las noches sin dormir, las ausencias en cumpleaños importantes, el estrés crónico… ¿Realmente vale la pena? La respuesta es un rotundo no. Y aunque la sociedad aplauda el «sacrificio laboral», hay que romper el silencio: existen soluciones profesionales y espacios diseñados para recuperar el equilibrio.
CONTACTAR CON CLÍNICAS CITA AHORA
Hablemos claro: los centros especializados en adicciones han evolucionado. Olvida la imagen de lugares fríos o estigmatizantes. Hoy, clínicas como Cita —por mencionar un ejemplo— redefinen el concepto de rehabilitación. Sus instalaciones no solo ofrecen terapias innovadoras, como la equinoterapia para tratar dependencias del alcohol, la cocaína o el trabajo, sino que además brindan un entorno similar al de un hotel de lujo. Hablamos de espacios donde la privacidad, el confort y el respeto son prioritarios. ¿Por qué conformarse con menos cuando se trata de sanar?
La terapia con caballos, por ejemplo, no es una moda pasajera. Estos animales, sensibles y empáticos, ayudan a reconstruir la conexión emocional que las adicciones suelen destruir. A través de su cuidado y interacción, los pacientes recuperan la capacidad de establecer límites, gestionar el estrés y, sobre todo, reencontrarse consigo mismos. Es un método que trasciende las palabras y llega directo al núcleo del problema. Y lo mejor: funciona tanto para adicciones químicas como para aquellas arraigadas en comportamientos compulsivos, como el trabajo o el sexo.
Ahora bien, ¿cómo dar el primer paso? La respuesta es más sencilla de lo que parece: aceptar que pedir ayuda no es una derrota, sino un acto de valentía. Recientemente, alguien muy cercano a mí necesitó apoyo profesional. ¿El resultado? Tras semanas en un centro especializado, no solo recuperó el control de su vida, sino que descubrió herramientas para evitar recaídas. Y algo crucial: nadie lo juzgó. Al contrario, su decisión inspiró admiración.
Es hora de dejar atrás los prejuicios. ¿Sabías que, según estudios, más del 30% de los profesionales en sectores de alta exigencia desarrollan conductas adictivas hacia su trabajo? Esto no es un «mérito», es una señal de alarma. Y ante las alarmas, se actúa. Centros como Cita no solo ofrecen tratamientos personalizados, sino que adaptan sus programas a las necesidades individuales. Desde sesiones grupales que fomentan la empatía hasta actividades al aire libre que revitalizan el espíritu, cada detalle está pensado para transformar vidas.
Quizá te preguntes: «¿Cómo identificar si yo o alguien cercano necesita ayuda?». Estos son algunos indicadores clave:
-
Priorizar el trabajo sobre la salud o la familia de manera constante.
-
Sentir ansiedad o irritabilidad al no estar ocupado.
-
Justificar el exceso laboral como «necesario», incluso cuando hay consecuencias negativas.
-
Experimentar agotamiento físico o emocional, pero seguir sin detenerse.
Si alguno de estos puntos resuena contigo, no esperes a que la situación empeore. La rehabilitación no es un camino solitario. Al contrario, es una red de apoyo donde profesionales capacitados guían cada paso hacia la recuperación.
Y aquí va un mensaje directo para quienes dudan: la vergüenza no tiene cabida aquí. ¿Acaso sentirías vergüenza por curar una fractura o tratar una enfermedad crónica? Las adicciones, en cualquiera de sus formas, son trastornos que requieren atención profesional. Negarlo solo prolonga el sufrimiento. En cambio, enfrentar el problema con determinación abre la puerta a una vida plena.
Para finalizar, quiero destacar algo esencial: elegir el centro adecuado marca la diferencia. No todos los espacios son iguales, y por eso es vital informarse. Clínicas como la mencionada —ubicadas en entornos naturales, con equipos multidisciplinarios y terapias complementarias— demuestran que la rehabilitación puede ser una experiencia transformadora, incluso reconfortante. Este verano, mientras muchos buscan escapatorias superficiales, ¿por qué no invertir en una solución permanente?
Recuerda: las adicciones no definen a las personas. Lo que sí las define es la capacidad de levantarse, pedir ayuda y reconstruirse. Hoy es el día perfecto para empezar. Busca el centro más cercano, da el primer paso y descubre que, tras la lucha, siempre hay una vida esperando para ser vivida.
Autor: Comunicación Clínicas CITA