Aunque parezca mentira, consumir sangre cada vez está más de moda. En experimentos se ha podido comprobar que consumir sangre tiene efectos rejuvenecedores en los individuos de más edad. De hecho la sangre, La sangre humana es una sustancia extraordinaria que simultáneamente nutre, protege y regenera nuestro cuerpo.
En Estados Unidos cada vez hay más gente que bebe su propia sangre debido a que supuestamente les aporta una energía suplementaria. Esta nueva tendencia abre debate sobre si esta práctica es saludable o no.
¿Es bueno beber sangre humana?
El cuerpo humano está preparado para contener sangre a través del sistema circulatorio, pero ingerido por vía oral puede llegar a ser tóxico para el organismo humano, esto es debido a la alta cantidad de hierro que contiene. Nuestro cuerpo no tolera el exceso de ese compuesto, y tiene dificultades para procesarlo. Es por eso, que si se consume hierro de forma excesiva a través de la sangre, aumenta el riesgo de sufrir hemocromatosis, una afección renal que puede acabar provocando epatitis, cáncer de hígado e, incluso, la muerte.
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Al contrario que el de otros animales específicamente preparados para digerir este elemento, como los murciélagos, el cuerpo humano no cuenta con las características físicas necesarias para eliminar el exceso de hierro ingerido por vía oral.
Por supuesto, esto sucedería si la cantidad ingerida de sangre es muy elevado. Si se bebe pocas cantidades de sangre, no va a provocar algo tan grave en el organismo. Por lo contrario, si el consumo es en pequeñas cantidades pero con mucha frecuencia, las probabilidades que dañen nuestra salud aumentan mucho.
¿Qué es el Síndrome Renfield o vampirismo?
El síndrome de Rendfield es un trastorno del comportamiento extremadamente raro, en el cual la víctima siente una compulsión al consumo de sangre.
Las personas que padecen este trastorno tienen la necesidad de ingerir sangre humana o bien realizar algún tratamiento motivado por la creencia de que la sangre contiene propiedades mágicas rejuvenecedoras.
Las causas del vampirismo no están muy claras ya que se han registrado muy pocos casos. Pero existe una serie de hipótesis que para ayudar a entender el inicio de esta práctica. Una primera posible explicación podría ser que quienes consumen sangre lo hacen simplemente porque en ella encuentra el placer sexual necesario para llevar a cabo sus fantasías.
Los psicólogos coinciden en señalar que se trata de un trastorno mental vinculado con el sadismo, que empuja a los afectados a herir y agredir a los demás para conseguir algún fin en concreto.
No existe tratamiento específico y en concordancia con la teoría psicoanalítica en la etiología del trastorno algunos autores plantean que los pacientes de vampirismo clínico podrían beneficiarse con un enfoque psicodinámico y con la incorporación del pensamiento psicoanalítico en un enfoque terapéutico integral, o con terapias cognitivo-conductuales.
Autor: Comunicación Clínicas CITA