El Instituto de la obesidad acaba de dar la voz de alarma ante un nuevo trastorno alimenticio denominado drunkorexia.
El término procede de la unión de drunk (estar bebido en inglés) y del sufijo orexia (apetito) En esencia, es una mezcla de alcoholismo y anorexia, “difícil de diagnosticar incluso para los profesionales”. Quienes padecen este nuevo trastorno alimenticio reemplazan las calorías de la comida por las que aportan las bebidas. Los afectados, sobre todo mujeres, “cuentan las calorías que ingieren durante el día y llegan incluso a vomitar, para poder beber más”. A los daños que causa la anorexia se suman en este caso los que el alcohol provoca al hígado.
Según el doctor Adelardo Caballero, director del Instituto de Obesidad, el objetivo de quienes padecen este trastorno es “comer poco para poder beber en exceso”, es decir, compensar con el alcohol las calorías que no se ingieren con los alimentos para tratar de evitar engordar.
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Como es habitual en los trastornos alimenticios, la drunkorexia afecta más a las muj res jóvenes. Debido a factores hormonales, el hígado femenino sufre más por el alcohol aunque se ingiera menos cantidad y durante un tiempo más corto que los hombres.
Autor: Comunicación Clínicas CITA