En algunos pocos casos, el resultado de mezclar drogas psicoactivas puede anticiparse con claridad, por ejemplo, mezclar alcohol con depresores o tranquilizantes. Pero en muchos más casos, los resultados de la combinación son impredecibles y dependen mucho más del individuo, de la actitud y del ambiente que de la farmacología. La mezcla de drogas puede aumentar los problemas relacionados con cada sustancia por separado y, además, crear problemas adicionales por su cuenta.
El menor de los problemas es que la combinación de drogas exige que la persona se acostumbre a la mezcla específica. Muchos fumadores de marihuana beben alcohol mientras fuman, pero en la combinación puede haber resultados no predecibles. Algunos se sienten más entonados y otros menos. Otros se sienten somnolientos y con dolor de cabeza. Hasta llegar a conocer los efectos de una combinación determinada, es necesario proceder con cautela. Las personas que tienen una mala relación con las drogas suelen empezar a tomar muchas al mismo tiempo y algunas combinaciones conducen a la dependencia y al abuso. La gente que consume cocaína y alcohol juntos termina por tomar más cantidad de las dos cosas de la que tomaría si las consumiera por separado. La combinación de cigarrillos y café conduce a un hábito muy pertinaz. Es como si el uso de una de las dos drogas disparara el deseo por la otra.
Combinar drogas es también un problema médico. Los pacientes suelen recibir mucha prescripción de drogas simultáneamente y los médicos ignoran cómo interactúan. La interacción de compuestos médicos y recreativos es en gran parte desconocida. Si se toman drogas medicinales, es necesario no olvidar que pueden cambiar las reacciones ante las drogas recreativas. Si se consumen drogas recreativas, es necesario no olvidar que pueden combinarse negativamente con la medicación prescrita.
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About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
Autor: Comunicación Clínicas CITA