Comparativa entre tabaco de liar y tabaco convencional

El tabaco de liar y tabaco convencional siguen con el debate encima de la mesa en cuanto a sus consecuencias sobre el que los consume.

El tabaco de liar sigue al alza entre los fumadores por su precio de mercado –hasta un 20% menor que el de los cigarrillos convencionales– y por la falsa creencia de que es menos perjudicial para salud. Los datos comparativos se presentan a continuación.

Muchos consumidores pretenden no empeorar su salud por su adicción y pretenden conocer una comparativa entre tabaco de liar y tabaco convencional.

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    El tabaco de liar no es más ‘sano’, sino que es más dañino para las arterias.

    El último estudio llevado a cabo por el centro colaborador de la OMS para el control de tabaco del Institut Català d’Oncologia revela que los fumadores de tabaco de liar captan más nicotina por cada inhalación de sus cigarrillos de liar que los fumadores de tabaco convencional.

    “No es cierto que el tabaco de liar sea más natural ni más fácil de dejar”, secretario de Salud Pública de Cataluña en 2015, Antoni Mateu.

    Los expertos aseguran que existen pruebas científicas que indican que los cigarrillos de liar cuentan con dosis superiores de nicotina y aditivos, y que los fumadores de este tipo de tabaco “no saben lo que consumen” porque los fabricantes no están obligados a indicar los contenidos de nicotina y alquitrán.

    Es habitual recurrir a una clínica de adicciones para tratar de dejar la nicotina.

    ¿Tabaco de liar o tabaco convencional?

    Según los últimos estudios realizados en el 2011, se descubrió que el tabaco de liar puede llegar a contener hasta el 70% más de nicotina de lo permitido en los cigarrillos convencionales, hasta el 85% más de alquitrán y el 84% más de monóxido de carbono.

    Otra investigación que se realizó en 2014 que se publicó en la revista Prevención del Tabaquismo remarcaba que solo el 33% de las marcas de tabaco de liar indicaban los contenidos exactos y cantidades de nicotina y alquitrán en el paquete.

    Es más, en cuanto al monóxido de carbono (CO), el etiquetado pasaba a ser “nulo” informativamente, y el estudio reveló que los fumadores de tabaco de liar presentan concentraciones más altas en su aire espirado que los de tabaco manufacturado (27,9 frente a 21,48 partículas por millón de unidades), a pesar de que estos últimos consumen más cigarrillos diarios (18,5 frente a 27,9). El motivo principal es que se quema más papel en cada calada.

    Tabaco de liar: Más perjudicial y más barato

    “Buena parte de los fumadores se pasan al tabaco de liar pensando que están avanzando contra la adicción al tabaco, pero es justo al revés”.

    Estudio sobre tabaco de liar y tabaco convencional

    Para realizar este estudio, analizaron el contenido de nicotina en la saliva de más de 2.500 entrevistados de más de 16 años que participaron en un estudio de consumo en Barcelona entre el 2004 y 2005 y 2011 y 2012.

    Y lo que comprobaron es que, a pesar de que quienes lían sus cigarrillos fuman menos, los niveles medios de nicotina eran semejantes, por lo que, si la principal razón para optar por este tipo de cigarrillos es la creencia de que son menos perjudiciales y que así se fuma menos, están en un gran error: el resultado final es semejante.

    Si la media de cigarrillos al día entre los que fuman manufacturado es de 15,4, entre los que lían los cigarrillos el promedio es de 12,3. Sin embargo, los niveles medios de nicotina eran de 185 para los de cajetilla y de 186 para los de liar.

    La razón es que quienes fuman cigarrillos de liar fuman de forma más intensa, a veces sin filtro, y porque los de cajetilla están fabricados para mantenerse encendidos todo el tiempo y tienen una estructura de ventilación que no tienen los cigarrillos de liar.

    Los consumidores crecientes del tabaco de liar, son sobre todo los más jóvenes, y es mucho más frecuente entre hombres que entre mujeres y con estudios secundarios o superiores.

    Una de las consecuencias que se derivan de este estudio es la propuesta de que España debería adoptar medidas sobre el precio de este tabaco.

    En conjunto estamos en la media de precios europeos, pero muy lejos de los que van en cabeza en su lucha contra el tabaquismo. Y subir el precio es una de las medidas más sencillas y eficaces de adoptar.

    De todos modos, hay una buena noticia, y es que el hábito de fumar sigue en descenso. Durante el periodo analizado, el número de fumadores diarios pasó de 26,6% a 24,1%. Y los jóvenes también se han apuntado a esta tendencia decreciente: Si en el 2004 fumaba el 25% de las jóvenes de 14 a 18 años, ahora lo hace el 10%. Y entre los chicos la proporción es semejante.

    Fuentes: 

    Centro de investigación y tratamiento de adicciones

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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