No quiere decir NO
Decir no a las drogas.- 07/11/2014.- No es fácil decir que no. Un adicto es adicto justamente por su dificultad para decir que no: no puede fijar fronteras ni respetar límites. ¿Por qué ahora debería ser fácil para él decir que no?
Cuando empieza la abstención, uno puede encontrarse con un ofrecimiento de droga. Y el ofrecimiento puede provenir de alguien inesperado o de personas a las que uno le cuesta decir que no.
Por ello es esencial elaborar de antemano una manera cómoda y eficaz de decir que no a las drogas. De lo contrario, ante un aprieto, se corre el riesgo de ceder. Aprender a fijar límites, a decir que no, es también una parte fundamental del proceso de recuperación.
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En la primera parte de la recuperación, se tiene la oportunidad de desaprender la tendencia a complacer a la gente en lugar de reforzarla, la oportunidad de cuidar de uno mismo. Lo cierto es que a la gente no les importa que rechaces su oferta, y si le importa tu proceso de rehabilitación es mucho más importante que su frustración.
Hay que analizar el tipo de situaciones en las que uno puede exponerse a ser objeto de la presión de grupo y determinar una manera firme y educada de decir que no.
La técnica básica para responder de forma asertiva es enfrentarse a la otra persona, mirarle a los ojos y decir que no, sencilla y firmemente. Por lo general, esta actitud es suficiente para resolver la situación.
Si la otra persona insiste, no hay que dejarse arrastrar a debates. Lo recomendable es repetir la respuesta original.
Es importante comentar con el terapeuta este tipo de situaciones, si éstas se presentan, ya que lo más probable es que provoquen ansiedad, ambivalencia y confusión.
Decir que no a las drogas
CITA participa en la concienciación para ayudar a decir no a las drogas. El mejor paso para superar la adicción es no caer en ella.
About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas
Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.
Autor: Comunicación Clínicas CITA