La predisposición a la adicción

La mitad de la población de origen chino y japonés enferma al ingerir alcohol, incluso en pequeñas dosis. El rostro se ruboriza, aparece dolor de cabeza y pueden producirse otras reacciones más graves. La causa es una mutación en el gen que codifica la enzima acetaldehído deshidrogenasa, que normalmente destruye el acetaldehído, el producto tóxico que libera el metabolismo del alcohol. El enzima defectuoso permite la acumulación de acetaldehído en el cuerpo. Estudios epidemiológicos muestran una frecuencia bajísima de alcoholismo en China y Japón, pero hay una polémica sobre en qué medida la enzima mutante tiene un papel protector. La evidencia convincente sobre la protección es el hecho de que muy pocos japoneses alcohólicos tienen el enzima alterado, comparado con el 50% de la población japonesa. Por otra parte, estudios de sociedades multiétnicas, como la de Hawai, muestran sólo una débil correlación entre el rubor oriental y el consumo de alcohol.

La mejor evidencia respecto de la predisposición a la adicción en seres humanos proviene de los estudios sobre el alcohol. La información inicial procedía de gemelos idénticos homólogos y de falsos gemelos o mellizos (no idénticos). Los gemelos homólogos tienen genes idénticos, los mellizos no. Para cualquier enfermedad, s el medio no influye, los gemelos homólogos siempre serán concordantes (iguales) con respecto a esa enfermedad; ambos o ninguno la tendrán. Si los correspondientes factores genéticos y ambientales contribuyen, la tasa de concordancia (menor del 100%) entre pares de gemelos homólogos se reflejará en la intervención del medio. Una tasa de concordancia más baja entre mellizos reflejará la intervención de ambos factores. De este modo, la heredabilidad de una enfermedad puede ser calculada por las diferencias entre la tasa de concordancia en grupos pares de falsos gemelos homólogos. La información muestra que los gemelos homólogos llegan a ser (o no) ambos alcohólicos con una tasa de concordancia significativamente más alta que los falsos gemelos, sugiriendo una heredabilidad significativa de la predisposición a la adicción al alcohol.

Sin embargo, este enfoque adolece de un grave defecto. Los gemelos homólogos tienden a ser iguales de muchas maneras por razones que no tienen nada que ver con la genética. Durante su infancia, sus padres los visten igual y los tratan igual, crecen siendo iguales en muchos aspectos, tienden a copiarse mutuamente los comportamientos y esto podría aplicarse también al desarrollo de la pautas de bebida. Este problema (que los gemelos homólogos comparten muchos factores ambientales en mayor medida que lo hacen los gemelos falsos) aparece en todos los estudios sobre gemelos, pero especialmente en aquellos que conciernen a la conducta, haciendo difícil separar la influencia de la genética de la del entorno.

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    Se ha encontrado evidencia directa de diferencias heredadas en la respuesta al alcohol en varios estudios realizados con hijos de padres alcohólicos. Los sujetos, que eran lo suficientemente jóvenes como para no tener hábitos de bebida inmoderados, se compararon con otros sujetos de control de procedencias familiares no alcohólicas. Después de haberles administrado un placebo y de recibir una dosis de alcohol pequeña y una grande, todos los sujetos fueron evaluados con tests de papel y lápiz sobre habilidad mental, memoria y atención. En algunas de las pruebas, los hijos de padres alcohólicos mostraron de un modo significativo menos desorganización en la realización por causa del alcohol que el grupo control. Como ninguno de los sujetos había llegado a ser todavía bebedor problemático, y dado que el grupo que había servido de control en la investigación había sido elegido de acuerdo con sus hábitos con respecto a la bebida, este resultado no podía ser atribuido a una tolerancia adquirida; la insensibilidad relativa al alcohol parecía ser una característica intrínseca de los hombres con una familia alcohólica.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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