Llevo prácticamente dos meses en CITA. La verdad es que me encuentro en el mejor momento de mi vida. He aprendido a valorarme y a respetarme, y ahora me gusto y me quiero. He estado viviendo dormida durante demasiado tiempo y ahora me siento viva. Ahora tengo más fuerza que nunca y desprendo energía por todo mi cuerpo. Ando acompañada de la esperanza, la alegría y la felicidad en este largo camino que es mi vida. Y todo esto me hará falta para afrontar con éxito mi futuro. Pero me queda tanto…
Sé que cuento con todo el apoyo de mi familia, hecho que es fundamental, pero a la vez me agobia esa sobreprotección que ejercen sobre mí, ya que ya es hora de que tome decisiones por mí misma y las lleve a cabo con independencia. Temo que ellos no sepan o no puedan entenderlas ni compartirlas. Pero sé que tengo que enfrentarme a ello. Tengo que aprovechar todo su apoyo y ayuda sin dejar que lleven el rumbo de mi vida, porque por primera vez mi vida es sólo mía.
Autor: Comunicación Clínicas CITA