Prevención del abuso de sustancias

Los problemas relacionados con las drogas se originan a partir de interacciones complejas de múltiples factores. Prevenir la adicción y otros aspectos del abuso de sustancias es difícil. Son muchos los intentos que han resultado infructuosos: las tácticas para infligir miedo, la educación básica sobre drogas, los programas educativos para resistirse a las drogas y el incremento de la autoestima. Hay otros programas más prometedores, como las sesiones interactivas para enseñar tácticas para combatirla presión de los demás para consumir drogas. Los programas de influencia social combinan múltiples estrategas que han demostrado su eficacia para disminuir el consumo de drogas. Lamentablemente, ningún programa ha conseguido evitar el abuso de drogas de todos los participantes y el impacto de los esfuerzos en la prevención a menudo se disipa rápidamente. Acabar con los problemas relacionados con las drogas continúa siendo un reto.

Los esfuerzos para prevenir el daño causado por las drogas son tan antiguos como ellas mismas; algunos se basaban en castigos. Algunos de los intentos actuales para reducir al mínimo los problemas relacionados con las drogas son menos severos y nacen de programas desarrollados a finales de la década de los sesenta y comienzos de la de los setenta. En aquella época, el incremento repentino del consumo de cannabis, barbitúricos, anfetaminas y alucinógenos causó gran preocupación a muchos adultos y pronto se diseñaron programas para incrementar el miedo ante las consecuencias adversas de las drogas; desafortunadamente, parte de la información era exagerada o claramente incorrecta. Estos errores afectaron de manera negativa a la credibilidad de las presentaciones y consiguieron que los jóvenes dudaran del contenido de los programas. En consecuencia, se demostró que las tácticas para infligir miedo eran ineficaces para prevenir el consumo de alcohol y otras drogas. Resulta paradójico que algunos adolescentes rebeldes tomaron las amenazas de las consecuencias negativas como un reto. Es posible que comenzaran a consumir drogas en un intento de mostrar su coraje; por tanto, a veces, este tipo de tácticas tiene el efecto contrario.

Tal vez como reacción al poco éxito de las tácticas para infligir miedo, algunos expertos en prevención adoptaron un enfoque contrario; facilitaron información objetiva sobre sustancias ilegales y sus consecuencias, si exagerar ni hacer dramatismo. Pero, a pesar del mayor conocimiento, este enfoque a menudo no tenía ningún impacto sobre el consumo de drogas. Algunos participantes se convertían simplemente en consumidores con más conocimientos. Estos programas incrementaban eventualmente de forma indeseable la curiosidad sobre las sustancias ilegales. No obstante, muchos programas incluyen todavía información objetiva para aumentar su credibilidad.

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    Otro enfoque diseñado para disminuir el abuso de drogas se centra en reforzar la autoestima, que se correlaciona con el consumo de drogas en algunos estudios, lo que sugiere que la mejora en la percepción de uno mimo podría prevenir el abuso de sustancias. Los programas de este tipo incrementaron la autoestima de forma considerable. Paradójicamente, algunos estudios demostraron que un incremento de la autoestima se asociaba a un mayor consumo de drogas. Quizás estos individuos se sentían tan seguros de sí mismos que pensaban que podrían relacionarse con las drogas sin tener problemas.

    Los enfoques de influencia social para prevenir el abuso de drogas han alcanzado un éxito considerable. Estos programas combinan distintas técnicas para prevenir la presión social a favor del consumo.

    Los elementos exclusivos de los programas de influencia social son: incrementar la conciencia sobre el número real de consumidores de drogas, incrementar la capacidad para negarse a consumir drogas cuando alguien las ofrece y combatir la presión social que fomenta el consumo de drogas.

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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