Vivir la vida con plenitud
Vivir la vida con plenitud depende de las pequeñas decisiones con las que alimentamos nuestro día a día y que dependen de nosotros mismos. Estas decisiones, según Sonja Lyubomirsky, serían las siguientes:
– Manifiesta gratitud: Es difícil ser feliz si no valoramos lo que tenemos. Pensar con gratitud nos ayuda a saborear las experiencias positivas y a reforzar la autoestima y el amor propio. La gratitud es el antídoto, además, para evitar la queja
– Cultiva el optimismo: Es útil la actividad del “diario del mejor yo posible”, que consiste en visualizar y escribir cómo nos gustaría ser en un futuro. No debemos concentrarnos en bienes materiales sino en nosotros, en nuestros valores, en los comportamientos que nos gustaría desarrollar.
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– Evita darle vueltas a las cosas y las comparaciones sociales. Compararnos con el resto es un poso seguro de infelicidad. Si nos creemos mejores, nos da un sentido de superioridad insano. Si nos consideramos peores, desmerecemos nuestro trabajo y el progreso que hayamos conseguido. El reto consiste en convertirnos en la mejor expresión de nosotros mismos, independientemente de lo que hagan otros. Además, cuando pensamos demasiado o damos vueltas a las cosas de forma innecesaria, nos desgastamos profundamente. Necesitamos desarrollar estrategias defensivas para distraernos de los pensamientos negativos. No hay que olvidar que somos nosotros quienes alimentamos los pensamientos positivos y los negativos.
– Sé amable. Ser generosos y atentos con los demás. Cuando nos rodeamos de personas con comportamientos agradables, los niveles de estrés se reducen. Por ello, incorporar la amabilidad y la ternura a nuestra vida es un requisito indispensable.
– Cuida las relaciones sociales. Dedicar tiempo a comunicarse, manifestar apoyo y lealtad, son algunas de las actividades eficaces para incrementar los niveles de felicidad.
– Desarrolla estrategias para afrontar. Afrontar es lo que hacemos para aliviar el dolor o el estrés provocados por un acontecimiento negativo. La negación es una actitud que alimenta el conflicto. Por ello, es recomendable buscar canales para expresar lo que nos duele y poder afrontarlo.
– Aprende a perdonar. Las personas que perdonan manifiestan una disminución de sus emociones negativas y un aumento de autoestima y esperanza.
– Saborea las alegrías de la vida.
– Comprométete con tus objetivos.
– Cuida tu cuerpo.
Autor: Comunicación Clínicas CITA