La toxicidad del Extasis en el organismo

El MDMA (éxtasis) puede ser desagradable e incluso peligroso cuando se toma en dosis altas (dos o cuatro veces más que la dosis habitual de 80 a 120 mg). Sus efectos nocivos son característicos de una sobredosis de drogas liberadoras de serotonina.

La gente habla de nerviosismo y rigidez de la mandíbula o bruxismo a medida que se incrementa la dosis, así como las señales clásicas de sobre estimulación del sistema nervioso simpático.

Toxicidad del MDMA

Se suprime el hambre y la gente generalmente siente la boca seca, calambres en los músculos y a veces náuseas. Dosis más altas de MDMA pueden producir grandes aumentos de la temperatura corporal, de ahí su toxicidad: la alta temperatura puede casar daños musculares e insuficiencia renal, como los que se han observado en casos letales.

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    Cuando la gente baila mucho tiempo en recintos cerrados, la actividad física y la tendencia a la deshidratación pueden sumarse de manera particularmente peligrosa a los efectos de la droga.

    El MDMA también ha provocado efectos cardiovasculares letales en personas con enfermedades cardíacas (a veces no diagnosticadas), provocando infartos y derrames cerebrales. Desgraciadamente, es difícil saber qué dosis es realmente tóxica.

    Con frecuencia, la gente toma éxtasis en fiestas junto con otras drogas, por lo que se hace difícil recordar la cantidad que se ha tomado de dicha sustancia. Como muchas sustancias similares a las anfetaminas, el MDMA puede provocar convulsiones con dosis muy altas. El tópico de que el MDMA no es tóxico es erróneo.

    Es posible toma una dosis letal de MDMA en un ambiente recreativo, aunque en general el número de muertes producidas por el uso recreativo de MDMA es relativamente bajo.

    Algunas muertes atribuidas al MDMA se han debido a los intentos por evitar su toxicidad. Mucha gente trata de protegerse contra la deshidratación e hipertermia producidas por el MDMA bebiendo grandes cantidades de agua.

    Algunos beben tanta en tan poco tiempo que diluyen la concentración de sodio en la sangre. Esta condición, llamada hiponatremia, puede producir dolor de cabeza, náuseas, vómitos, convulsiones y, en los casos más extremos, inflamación del cerebro y muerte.

    El MDMA, o cambios inducidos por hipertermia en el nivel de la hormona antidiurética, pueden empeorar esta situación al concentrar la orina. No obstante, la solución es sencilla: la gente bebe mucha más agua de la que necesitan para remplazar el fluido perdido.

    El MDMA ha desencadenado numerosos problemas psiquiátricos y psicológicos. La consecuencia más común es el bajón que ocurre unos días después del consumo de MDMA. Éste casi siempre es temporal, pero los cambios en el estado de ánimo pueden ser lo suficientemente severos para que entren dentro dela clasificación de depresión clínica ligera.

    Algunas personas también se sienten más irritables y agresivas. Este efecto puede persistir entre los grandes consumidores y puede ser más severo en mujeres que en hombres.

    Algunos pacientes se han quejado de ataques de pánico después del consumo repetido de MDMA.

    Estos ataques se han resuelto, si bien han persistido durante meses en algunas personas.

    Igualmente, se han dado alucinaciones y síntomas paranoicos semejantes a los producidos por anfetaminas en consumidores habituales de altas dosis. Nuevamente, estos síntomas remitieron cuando se dejó de consumir la droga.

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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