El consumo de cocaína no sólo modifica el comportamiento, sino también las estructuras cerebrales de los consumidores.
Según los resultados aportados por investagores del Hospital de Sant Pau y del Hospital de Bellvitge, después de estudiar a un grupo de grandes consumidores de coca a través de resonancias magnéticas, la region más profunda del cerebro relacionada con el placer está mucho más activada y las conexiones relacionadas con esta zona están aumentadas en estos consumidores. En cambio, las conexiones que tienen que ver con la conducta, la atención y el autocontrol, están degradadas.
Los investigadores también han observado que hay hipertrofia de dos areas del cerebro relacionados con el circuito de recompensa y con los comportamientos compulsivos. Por ese motive, el consumo de cocaína aumenta el placer y disminuye lacapacidad de control. Dejar de recaer no es en este caso, por tanto, una cuestión de reflexión o de voluntad, ya que las alteraciones cerebrales dificulta que los consumidores puedan inhibir esta tendencia.
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El estudio se ha realizado con treinta grandes consumidores de cocaína en distintos momentos de la abstinencia (algunos llevaban tres meses y otros más de un año ), que fueron comparados con un grupo de no consumidores.
Ante cualquier acontecimiento negativo, los cerebros sanos ponen en marcha las estructuras inhibidoras para evitar eso malo que ocurre. Pero en estos pacientes esto no ocurre porque se convierten en inmunes. No es por simple debilidad o falta de fuerza de voluntad, es que la estructura cerebral ha cambiado.
Autor: Comunicación Clínicas CITA