Qué son las drogas estimulantes

Los estimulantes son drogas que provocan en la gente la sensación de estar más despierta y con más energía, por medio de la activación o la excitación del sistema nervioso. Hay muchos estimulantes de uso corriente, algunos de ellos son plantas; otros sustancias químicas fabricadas en los laboratorios. Estas diferentes drogas producen efectos algo distintos y sus efectos duran tiempos variables, pero todas ellas actúan de manera aproximadamente igual, a través del aumento de energías liberadas por el sistema nervioso.

Las drogas estimulantes actúan causando que las fibras nerviosas liberen adrenalina u otros neurotransmisores estimulantes. Aunque los diferentes estimulantes consiguen este efecto de distintas maneras, el resultado es siempre el mismo: la liberación de más neurotransmisores estimulantes. De manera tal que la estimulación que siente el consumidor cuando toma drogas estimulantes es simplemente producto de la propia energía del cuerpo, que obliga a trabajar al sistema nervioso. La droga consigue que el organismo emplee su energía más deprisa o en mayores cantidades que en condiciones ordinarias.

Esa liberación de energía hace que la persona se sienta más despierta, más alerta y, a veces, más feliz. Hace que el corazón lata con más frecuencia y puede causar aumento de la presión sanguínea.

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    Una de las razones por las cuales los estimulantes son tan apetecidos es porque dan un control temporal sobre los ritmos de vigilia del cuerpo y las subidas y caídas de ánimo.

     

    Razones del consumo de estimulantes

     

    Otra razón por la que le atrae tanto a la gente los estimulantes es porque disminuyen el hambre y hacen posible concentrarse mejor en la tarea realizada. Más aún, el ayuno tiende a hacer crecer la propia sensación de energía y lucidez. La razón por la cual las drogas estimulantes tienden a disminuir el apetito está probablemente relacionada con la preparación del cuerpo para situaciones de emergencia, cuando todas las funciones se convierten en no esenciales comparadas con la circulación de la sangre y la respuesta muscular.

    Debido a que los nervios y los músculos reciben atención preferencial cuando se usan estimulantes, estas drogas pueden mejorar ciertos rendimientos físicos y mentales. Por supuesto, los estimulantes no afectan a todo el mundo de la misma manera. Algunas personas encuentran desagradables los efectos de las drogas estimulantes. Lejos de hacer que todo el mundo se sienta alegre y despierto, estas drogas hacen que muchas personas se sientan ansiosas y agitadas. Algunas son tan sensibles a los estimulantes que reaccionan con palpitaciones, diarrea y necesidad frecuente e imperiosa de orinar. Para otras personas, en vez de mejorar automáticamente las tareas físicas y mentales, el resultado es que hacen la tarea deprisa y mal.

    Con todo, los estimulantes parecen atractivos a primera vista. Lo pueden hacer sentir a uno lúcido, feliz, despierto, enérgico, fuerte y resistente al hambre, al aburrimiento y a la fatiga. Pero todo tiene su precio.

    Los problemas más serios de los estimulantes es que fuerzan a nuestro cuerpo a liberar parte de la energía que mantiene en reserva. De manera que, cuando el efecto del estimulante pasa, el cuerpo se encuentra con menos energía dela que habitualmente tiene. Y la gente experimenta esta experiencia como un bajón, que se caracteriza por las mismas sensaciones que quiere evitar al tomar estimulantes.

    About the Author: Dr. Josep Mª Fàbregas

    doctor

    Especialista en adicciones y director psiquiatra del centro de adicciones y salud mental Clínicas CITA. Inicié mi carrera profesional en el Hospital Marmottande París, donde trabajé con el Profesor Claude Olievenstein. Posteriormente me trasladé a Nueva York y, tras varios años de experiencia profesional, en 1981 fundé CITA (Centro de Investigación y Tratamiento de las Adicciones) con el objetivo de desarrollar un modelo de comunidad terapéutica profesional, el cual lleva 32 años en funcionamiento.

    Autor: Comunicación Clínicas CITA

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